Ecuador
¿«Descorreizar» Ecuador?
Las presidenciales de hoy son la última oportunidad para acabar con la deriva populista de Correa. El pupilo de Chávez aspira a revalidar el triunfo y a lograr el mandato más largo del país andino
«Yo me defino como un socialista del siglo XXI», dijo el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en varios mítines durante la campaña electoral. La pregunta que muchos ecuatorianos se hacen: si Rafael Correa es reelegido hoy, ¿se alejará de las políticas de Hugo Chávez o se radicalizará como hizo el venezolano durante su segundo mandato?
«Yo me defino como un socialista del siglo XXI», dijo el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en varios mítines durante la campaña electoral. La pregunta que muchos ecuatorianos se hacen: si como marcan todas las encuestas, Rafael Correa es reelegido hoy, ¿se alejará de las políticas de Hugo Chávez o se radicalizará como hizo el líder venezolano durante su segundo mandato? En cualquier caso, todo indica que tiene el camino allanado. Según los sondeos, Rafael Correa ganará los comicios por amplia mayoría, gracias a sus altos niveles de popularidad y a una oposición que no ha logrado hacerle sombra. Siete candidatos se enfrentan al presidente ecuatoriano, entre ellos dos antiguos aliados. Entre los aspirantes a la presidencia se encuentran dos veteranos de la escena política y económica ecuatoriana: el ex banquero Guillermo Lasso y el ex presidente Lucio Gutiérrez. Para no ir a segunda vuelta e imponerse en la primera, Correa necesita la mitad de los votos válidos más uno o contar con más del 40% y una diferencia de diez puntos sobre el segundo más votado. Según los sondeos, el mandatario cuenta con una ventaja de entre 30 y 50% sobre su inmediato seguidor, Guillermo Lasso.
Las miradas, por tanto, se centran en la Asamblea Nacional, ya que hoy también se celebran elecciones legislativas. Correa espera obtener la mayoría absoluta, un poder del que no ha gozado hasta ahora y que le ha impedido aprobar algunas leyes como la de medios de comunicación. Para ello, el mandatario ha insistido en pedir a sus seguidores que voten por la lista completa de su partido, Alianza País (AP), a la Asamblea, donde están en juego 137 escaños. El presidente ecuatoriano pertenece a una nueva generación de líderes latinoamericanos que gobiernan con una visión social y rechazan el neoliberalismo por perjudicar la economía de los ciudadanos de a pie y favorecer a una oligarquía aliada a intereses empresariales.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, estos mismos líderes acaban volviéndose ególatras y acaparando todo el poder. Chávez patrocinó la primera campaña de Correa hace seis años. Durante este periodo de tiempo el ecuatoriano ha viajado en numerosas ocasiones a Caracas, para instruirse acerca del llamado por los chavistas «Socialismo del siglo XXI». Con el tiempo, Correa, licenciado en economía, y con un posgrado en Harvard, pasó a ser el alumno más aventajado del bolivariano. De esta manera, siguió al «dedillo» la Biblia chavista: asegurarse al Ejército, enfrentarse al clero, modificar la Constitución para permitir la reelección y monopolizar los medios. A estos últimos, el mandatario los ha declarado enemigos y contra ellos ha protagonizado las escenas más agrias y polémicas de su mandato. Hace casi dos años, llevó a juicio al diario «El Universo» por un artículo de opinión y fueron condenados a pagar al Estado una multa millonaria. Aunque el mandatario luego los «perdonó», la causa contra «El Universo», uno de los medios más influyentes de Ecuador, se convirtió en el paradigma de los ataques del Gobierno contra la prensa independiente. A escasas horas de que se celebraran las elecciones, la directiva del diario teme que Correa logre una mayoría parlamentaria que le permita aprobar una ley «mordaza». Desde Guayaquil, el subdirector del diario César Pérez, comenta a LA RAZÓN que «los únicos dos candidatos que hicieron campaña visible en los medios fueron Guillermo Lasso, que organizó actos con su bolsillo, y Rafael Correa, que lo hizo con el bolsillo del Estado. No hubo espacio para que apareciera otra propuesta». «En los canales de televisión controlados por el Estado, Correa apareció tres, cuatro o cinco veces más que sus rivales. En los canales privados fue más parejo, porque el presidente no dio entrevistas a esos medios», explica.
Pérez tienen claro que Correa será reelecto. Admite que el Gobierno ha mejorado las condiciones de vida de millones de ciudadanos de bajos recursos, con políticas sociales, además de llevar a cabo importantes obras públicas. El miedo asegura «es que nunca quiera irse». De esta manera, Ecuador se enfrenta hoy a unas elecciones presidenciales decisivas para frenar el avance de la deriva populista de Correa.
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