Israel

EE UU bendice la bicefalia en Israel

El secretario de Estado promueve el Acuerdo del Siglo pero evita avalar la anexión de territorios palestinos y pide a su socio que se aleje de China

US Secretary of State Pompeo in Jerusalem
Pompeo y Gantz ponen en práctica ayer en Jerusalén las nuevas formas de saludo en tiempos de pandemiaSEBASTIAN SCHEINER / POOLEFE

Con la movilidad internacional paralizada a consecuencia del Coronavirus, ayer aterrizó en Israel el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, para tratar asuntos vitales en la relación estratégica de los dos países aliados. En los encuentros con el tándem que ocupará la inédita bicefalia en el cargo de primer ministro, Benjamín Netanyahu y Benny Gantz, se discutió sobre la lucha contra el Covid-19, la posible implementación del «Acuerdo del Siglo» de Trump, la amenaza iraní, o la creciente expansión de China en Oriente Medio. Ataviado con una vistosa mascarilla con los colores de EE UU, Pompeo bajó del avión en el aeropuerto de Ben Gurión en pleno repunte de la tensión en Cisjordania. Se registraron incidentes durante dos días consecutivos que culminaron con la muerte el martes de un soldado israelí cerca de Jenín, que fue alcanzado en la cabeza por una roca lanzada por jóvenes palestinos tras una misión de arresto; y el fallecimiento ayer de un joven palestino por disparos del Ejército hebreo durante disturbios en los aledaños de Hebrón.

Tras la comparecencia conjunta de Pompeo y Netanyahu –ya sin mascarillas-, el «premier» israelí, valoró el encuentro como «una oportunidad para promover la paz y la seguridad, basándonos en los acuerdos que logré junto al presidente Trump en mi pasada visita a Washington». Pero en un tuit publicado tras su llegada, el equipo de Pompeo evitó referirse directamente a los planes de la Casa Blanca para intentar promover la paz entre israelíes y palestinos. Y de hecho, el propio Netanyahu insistió primeramente en «las dos plagas» que amenazan a la región y al mundo: la pandemia y la «imparable agresión y terror iraní».

Al respecto del plan «Visión para la Paz», en cuyos preparativos no participó la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por su boicot a Washington tras el traslado de su Embajada de Tel Aviv a Jerusalén, Pompeo se limitó a aclarar que «tendremos la oportunidad de hablar de ello. Queda trabajo por hacer, y pretendemos que se ponga en marcha». Semanas atrás, el embajador de EE.UU en Jerusalén, David Friedman –a quién Pompeo evitó visitar porque tenía síntomas de enfermedad-, ya se reunió con altos cargos israelíes que están elaborando el «mapeo» de las áreas que se pretenden anexionar.

Según los mapas publicados por la Administración Trump, la voluntad es reconocer la soberanía israelí sobre el estratégico Valle del Jordán y en todos los asentamientos judíos (un 30% del territorio de Cisjordania), a cambio de garantizar que Israel reafirme su voluntad de negociar un acuerdo de paz, que con una serie de condicionantes podría culminar en «un eventual Estado palestino».

Tras la revelación del plan, el presidente Mahmoud Abbas lo criticó con dureza por plantear un «queso grouyere», donde los núcleos urbanos palestinos quedarían inconexos y todas las fronteras estarían controladas por el Estado judío. Para el negociador palestino Saeb Erekat, se trata de «un intento de enterrar los derechos del pueblo palestino, así como un flagrante ataque a la legalidad internacional».

El «Rey Bibi», reforzado por la luz verde de la Corte Suprema que le permitirá seguir ejerciendo el cargo a pesar de sus tres causas judiciales abiertas, apeló a que el plan se podrá implementar «gracias a nuestra potente alianza». La llegada de Pompeo, que marcó el primer aterrizaje de un diplomático desde el cierre de fronteras por el Covid-19, supuso en criterio del «premier» «una prueba clara del compromiso de Trump con el estado de Israel».

En respuesta, Pompeo agradeció que Israel «es un gran socio. Compartió información durante la pandemia, a diferencia de otros países que trataron de ocultar o mentir. Hablaremos también de ese país», dijo lanzando un dardo envenenado a Pekín. Al parecer, Washington habría estado presionando últimamente para que su gran aliado en Oriente Medio se aleje de la esfera de influencia de China, incluyendo la retirada de cuantiosos acuerdos para construcciones de infraestructuras. En Tel Aviv y otras ciudades, ya es habitual ver a operarios chinos que llegan para trabajar en obras gracias a la firma de acuerdos de cooperación.

Tras la retirada de Estados Unidos del pacto nuclear de las grandes potencias con Irán, Pompeo destacó que la campaña para frenar «la agresión regional iraní ha sido un éxito». Y prosiguió: «incluso durante la pandemia, el régimen de los ayatolás sigue invirtiendo recursos para promover el terror en el mundo». Además, remarcó la lucha de los aliados contra la presencia iraní en Siria y Líbano.

Los partidarios de la anexión en Israel quieren apresurarse para aplicar el plan antes de las inminentes elecciones norteamericanas de principios de noviembre que podrían traer un cambio en el Despacho Oval. Pero la mayoría de la comunidad internacional se opone tajantemente a una medida que, de implementarse, finiquitará oficialmente la solución de los dos estados. Francia ya anunció esta semana que en caso de formalizarse la anexión, recabará apoyos de sus socios europeos para aplicar duras sanciones económicas a Israel.