Unión Europea
Estos son los retos de la última presidencia europea de Merkel
Además de la pandemia, Alemania sitúa como sus prioridades a partir del 1 de julio el medio ambiente, la digitalización y las relaciones con China
La crisis sanitaria desatada por la pandemia de coronoavirus ha alterado la agenda laboriosamente planeada por Alemania para su Presidencia semestral de la UE, la segunda y última con Angela Merkel como canciller, que ha anunciado que no se presentará a un quinto mandato en 2021. La líder alemana no renuncia a dejar su legado europeo en medio de lo que define como la peor crisis de posguerra. “La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de Europa. Los primeros reflejos fueron nacionales, no europeos”, lamentó Merkel, que insistió que la crisis requiere una respuesta común.
Berlín anuncia que estará muy atento a los rebrotes que están acompañando a la desescalada en los Veintisiete y promete una respuesta solidaria a la pandemia, así como trabajar para que la UE, que no tiene competencias sanitarias, esté mejor preparada para afrontar crisis similares en el futuro. El ministro de Sanidad, Jans Spahn, ha llegado a hablar de una especie de “OTAN sanitaria”.
Como prioridad, Merkel intensifica los contactos con otros socios de la UE para cerrar antes de las vacaciones de verano el plan de recuperación de 750.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea a iniciativa de Francia y Alemania. El programa prevé inyectar 500.000 millones en ayudas europeas a fondo perdido y 250.000 millones en préstamos a devolver en aquellos sectores y países más golpeados por el virus.
Tras meses de encuentros virtuales por culpa de la covid-19, los líderes de la UE se verán las caras en Bruselas durante el Consejo Europeo extraordinario del 17 y 18 de julio. Una cita donde volverán a ponerse de manifiesto las discrepancias sobre la cuantía que debe corresponder a créditos y ayudas. De nuevo, Países Bajos, Austria, Finlandia y Suecia liderarán la oposición a conceder ayudas a cambio de nada a los países del Sur. Una brecha que se reproduce en la batalla presupuestaria, otra patata caliente para Berlín, que debe tratar de cerrar las perspectivas presupuestarias para el período 2021-2027 con la negativa de los “países frugales” de contribuir con más fondos a las arcas comunitarias.
“Europa ha demostrado su vulnerabilidad. Nunca antes la cohesión y la solidaridad en Europa han sido tan importantes”, subrayó la canciller hace una semana ante el Bundestag (Parlamento federal), donde advirtió de la necesitad de actuar lo antes posible para impedir que los populismos se aprovechen de la desesperación de los europeos. “No podemos permitir que la pandemia distancie las perspectivas económicas en Europa. No debemos ser naíf, las fuerzas antidemocráticas, radicales y autoritarias están esperando a una crisis económica para explotarla políticamente”, para “agitar los miedos sociales y esparcir la incertidumbre”.
Cerrar un acuerdo post Brexit
El propósito de la Gran Coalición entre el bloque conservador de la canciller y los socialdemócratas es sellar con Londres un acuerdo comercial en la primera fase de su semestre para lograr antes de fin de año cerrar el acuerdo pos Brexit con el Reino Unido.
En las primeras cuatro rondas negociadoras tras la salida británica del bloque no se han producido avances. Las dos partes negocian el vínculo futuro entre Reino Unido y la UE tras el periodo de transición, que debe terminar el próximo 31 de diciembre. La Presidencia alemana aspira a evitar la ruptura dura, como ocurriría de no lograrse un acuerdo.
Cambio climático y digitalización
Otros puntos de relevancia para esa segunda fase del semestre alemán son la lucha contra el cambio climático, la agenda digital y el relanzamiento comercial europeo frente a China y Estados Unidos.
Relaciones con China
Alemania mantiene en agenda la cumbre UE-China prevista para septiembre en Leipzig para arrancar más compromisos a Pekín en la lucha contra el cambio climático y apertura comercial. Sin embargo, la situación en Hong Kong tras la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional china, que acaba con las libertades fundamentales en la ex colonia británica, se mantiene como el principal motivo de fricción entre ambos bloques.
En opinión del ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, “precisamente en este caso es necesario, sentarse a la mesa como la Unión Europea, con una postura unitaria, para hablar de los temas desagradables”. Maas estima que la postura europea pasa por la defensa de un elevado grado de autonomía para Hong Kong y del principio conocido como “un país, dos sistemas”, que permite que los ciudadanos del enclave gocen de “derechos y libertades” en base a la Ley Fundamental.
Merkel abordó ya los objetivos del semestre alemán con el primer ministro portugués, António Costa, y el esloveno, Janez Jansa, a los que corresponderá asumir la presidencia comunitaria en los dos periodos posteriores de 2021.
Serán, en total, 18 meses que Berlín considera decisivos para el futuro del bloque, ante el que se considera el gran desafío global de la lucha contra la pandemia y la superación de sus efectos económicos.
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