Pandemia

Los comunistas rusos: la vacuna es “un arma de destrucción masiva” para implantar “la esclavitud digital”

Los seguidores del PC ruso distribuyen folletos en Moscú y defienden la existencia de un complot “globalista” de Bill Gates para implantar microchips en la población

Un miembro del partido comunista ruso corea lemas durante una concentración en Moscú
Un miembro del partido comunista ruso corea lemas durante una concentración en Moscúlarazon

En Rusia, como en otros países, también existe un movimiento de resistencia que se opone a la vacuna contra la covid-19. En esta caso, proviene de las filas del Partido Comunista ruso, cuyos miembros han distribuido folletos que alertan contra la vacunación en Moscú. Su teoría es sencilla: no existe una pandemia del coronavirus.

Según el canal de noticias Podyom Telegram, en la información repartida por los comunistas rusos en la capital, concretamente en los alrededores del ayuntamiento moscovita, se critica la campaña mundial de vacunación como un “renacimiento del fascismo” y se equipara la inyección con las “armas de destrucción masiva”. Según su versión, las vacunas que se están comenzando a distribuir por todo el mundo serían “productos nanotecnológicos que emiten campos electromagnéticos”, que se inoculan ingresan en el cuerpo y matan a los que las reciben, informa The Moscow Times.

En el pasado, el líder del Partido Comunista, Gennady Zyuganov, ya había defendido que la vacuna forma parte de un complot “globalista” del multimillonario estadounidense Bill Gates para implantar microchips entre la gente. El objetivo, según esta teoría, sería asegurar la “esclavitud digital”. “Los globalistas están listos para usar las tecnologías más sofisticadas de esclavitud digital: entre ellas, una implantación masiva encubierta de chips con el pretexto de una vacunación obligatoria contra el coronavirus”, escribió aquí Zyuganov el pasado mes de mayo.

Zyuganov se hacía eco de una teoría difundida previamente por un director de cine ruso, en la que apuntaba a Gates como el instigador de este supuesto complot para controlar a la población mundial en el contexto de la pandemia. Ante la ola de desconfianza que surgió en los primeros meses de la pandemia, las autoridades rusas aprobaron una ley que castiga a quienes difunden información “intencionadamente falsa” sobre el coronavirus con hasta cinco años de prisión. Varios usuarios de las redes sociales rusas han sido multados y varios manifestantes han sido acusados conforme a la ley.

Rusia ha comenzado la campaña para de inmunización gratuita y voluntaria contra la covid-19 con la distribución de la vacuna local Sputnik V, que ofrece una eficacia superior al 90% según el Gobierno ruso pero que no se ha ganado la confianza de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, las encuestas entre la población rusa demuestran que la mayoría de la gente no está dispuesta a ponerse esta vacuna.