Despido o renuncia
Boris Johnson dice ahora que fue él quien cesó a Hancock tras conocer el “affaire” con su asesora
El primer ministro británico asegura que forzó la salida de su ministro de Sanidad tras ver la portada de “The Sun”, pero en un primer momento dijo que aceptaba las disculpas del político por no guardar las distancias de seguridad con su amante
El secretario de salud de Gran Bretaña renunció después de que un tabloide difundiera fotos y videos de él besando a un asistente en su oficina, rompiendo las mismas reglas de distanciamiento social del coronavirus que impuso a la nación.
Si bien Matt Hancock fue reemplazado en un lapso de algo más de 24 horas, el escándalo fue otro golpe para el primer ministro Boris Johnson y su gobierno conservador, que ha sido criticado repetidamente por incompetencia en su manejo de la pandemia durante el año pasado.
Además, hoy se ha acusado a Boris Johnson de “reescribir la historia”, exactamente por que dio a entender que despidió a Matt Hancock por su aventura. El “premier” británico dijo que “lamentaba recibir” la renuncia de Hancock, después de que este publicara un vídeo en el que decía que dimitía por violar la guía de distanciamiento social al besar y abrazar a su asesora principal, Gina Coladengelo.
“La gente ha hecho grandes sacrificios para combatir la pandemia, y lo que los irrita es el olor a hipocresía de que la gente hace las reglas y no las cumple”, dijo a la BBC el legislador conservador Andrew Bridgen.
Pero la confusión no quedó ahí. Entre la disputa de saber si fue el ya ex ministro el que renunció o fue el primer ministro quien lo echó, el portavoz del “premier” dijo más tarde que Boris Johnson no despidió a Matt Hancock como secretario de salud ni lo instó a renunciar por el escándalo, a pesar de la implicación de Johnson de que actuó para destituirlo.
“Pueden ver las acciones que tomó el primer ministro. Consideró que era la decisión correcta aceptar la renuncia del exsecretario de salud, y ese día decidimos aceptar una nueva secretaria de salud y atención social. Lo discutieron más al día siguiente y él aceptó la renuncia”.
El domingo, muchos cuestionaron por qué Johnson apoyó públicamente a Hancock después de que surgió la evidencia de que había roto la normativa sobre el distanciamiento social en pandemia. Johnson había expresado su confianza en el ministro de Sanidad y su oficina dijo que había considerado el asunto cerrado después de la disculpa de Hancock el viernes, a pesar de los llamamientos generalizados para despedirlo.
“Boris Johnson debería haber tenido las agallas, la columna vertebral, la conciencia, el juicio, para despedirlo el viernes”, dijo Jonathan Ashworth, portavoz de salud del opositor Partido Laborista. Hancock había sido criticado por su liderazgo en la respuesta del gobierno a la pandemia mucho antes de la publicación de las fotos íntimas.
“Amiguismo”
El partido laborista también denunció las presuntas irregularidades por la contratación de Gina Coladengelo, una amiga de los tiempos de la universidad en Oxford, a quien introdujo en el ministerio el pasado mes de marzo mientras lidiaba con una pandemia de alcance global.
“The Sun” dijo que las imágenes fueron tomadas el 6 de mayo, antes de que se suavizaran las reglas de encierro para permitir abrazos y contacto físico con personas que no pertenecían a la propia casa. Hancock, que está casado, no fue el primer político británico de alto rango que fue sorprendido con las manos en la masa por infringir las propias reglas COVID-19 del gobierno.
Algunos ahora también preguntan cómo Coladangelo, una amiga cercana de Hancock de la universidad, consiguió su trabajo como directora no ejecutiva en el Departamento de Salud. El escándalo se produjo a raíz de acusaciones más amplias de la oposición sobre “sordidez” en el Partido Conservador. El mes pasado, el ex primer ministro David Cameron fue llamado ante los legisladores para responder preguntas sobre el trabajo de cabildeo que realizó para obtener fondos del gobierno para una empresa de servicios financieros ahora en quiebra.
Lucy Powell, legisladora laborista, dijo que el hecho de que Hancock no fuera despedido reflejó mal el juicio de Johnson. “Me temo que siento que el primer ministro tiene un punto ciego muy peligroso cuando se trata de cuestiones de integridad y conducta en la vida pública”, dijo a Sky News. “Ese es un problema realmente grande y es un problema aún mayor cuando estás en medio de una pandemia y le estás pidiendo al público que también tenga integridad y conducta en la forma en que se desenvuelve con sus propias vidas”.
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