Histórico

Las personas con discapacidad podrán votar por primera vez en Alemania

El Parlamento alemán aprobó en 2019 una reforma para permitir el derecho electoral a discapacitados psíquicos o físicos, y hará su debut en estas parlamentarias tras no llegar a tiempo a las pasadas europeas

Según un estudio de la Universidad de Hamburgo, más de seis millones de adultos en Alemania todavía no saben leer o escribir correctamente. Imagen de archivo
Según un estudio de la Universidad de Hamburgo, más de seis millones de adultos en Alemania todavía no saben leer o escribir correctamente. Imagen de archivoDINCATDINCAT

Después de 16 años, Angela Merkel dejará de liderar Alemania. Corría el año 2005 cuando ella y su partido, Unión Demócrata Cristiana, ganaron las elecciones y durante cuatro legislaturas, han capitaneado el país germano. Estas elecciones se presentan históricas ya no solo por el adiós de la canciller, sino porque, después de más de tres lustros, UCD podría perder la cancillería. Pero hay que destacar una novedad más allá de esto: por primera vez, las personas con discapacidad podrán votar.

El Parlamento alemán aprobó en 2019 una reforma en el que reconocía el derecho electoral a discapacitados psíquicos o físicos con un grado de dependencia total. Eso sí, se tardó seis años en atender el caso, ya que en 2013, antes de las elecciones, el Partido Social Demócrata puso la primera piedra, aunque abandonó la idea tras entrar en coalición con la CDU.

La reforma fue aprobada por buena parte del Bundestag, con solo un voto en contra, 240 abstenciones, e impulsada por la gran coalición del gobierno. No sin esfuerzo de activistas y organizaciones no gubernamentales a lo largo de décadas, cuya insistencia llegó hasta aquí. Aunque fue aprobada en marzo, no entró en vigor hasta el 1 de julio, por lo que no alcanzó a los afectados en los comicios europeos de 2019.

En un principio, partidos como Los Verdes o SPD estaban de acuerdo, aunque el grupo de Angela Merkel evitó que se llevara a cabo, puesto que asumían que los adultos con tutores no podían formar sus propias opiniones y su voto podría ser manipulado.

Según un estudio de la Universidad de Hamburgo, más de seis millones de adultos en Alemania todavía no saben leer o escribir correctamente, aunque nunca ha habido llamados generalizados para privar de derechos a ese grupo. La normativa afecta a 85.000 personas, que podrán elegir su próximo o próxima canciller. En su mayoría, estas personas cuentan con una variedad de discapacidades de aprendizaje, y algunas también con discapacidades físicas, por lo que necesitan de un tutor legal.

Un paso por detrás en materia de discapacidad

Cáritas y la asociación alemana Lebenshilfe pagó los honorarios legales de ocho alemanes con discapacidades que demandaron al gobierno por su derecho a voto en las últimas elecciones parlamentarias. Alemania es uno de los países que cuentan con un pasado oscuro en lo que se refiere a los derechos de determinadas personas, entre ellas, las personas con discapacidad, pues el régimen nazi asesinó a casi 300.000 personas que presentaban a alguna minusvalía.

Hoy en día, el país todavía está muy por debajo de otras potencias mundiales como Estados Unidos, Reino Unido o Francia, que desde hace tiempo, dejan votar a las personas que están bajo tutela. De este modo, el país, hasta 2019, estaba violando sus responsabilidades como miembro de la ONU,tras un acuerdo en la organización en el año 2009 sobre los derechos de las personas con discapacidad.

Su sistema educativo no se queda atrás, pues todavía “discrimina” a muchos niños con discapacidades (EEUU y Reino Unido eliminó esas restricciones hace décadas). En Alemania, la educación especial depende de cada estado, y en todas las regiones hay una amplia variedad de escuelas especiales que acogen a niños con diferentes discapacidades. El sistema hace una primera división al dividir entre quienes tienen discapacidades permanentes de quienes tienen problemas de aprendizaje temporales, aunque los padres y los médicos son responsables de diagnosticar la discapacidad de un niño, que es legalmente reconocida por las autoridades educativas locales. Desde la primera edad se les separa, y el objetivo es detectar lo antes posible los problemas para dar a los niños las herramientas necesarias para la integración escolar lo más pronto posible.