La Federación Europea de Periodistas exige la liberación de los 32 periodistas encarcelados en Bielorrusia

La Federación Europea de Periodistas (EFJ por sus siglas en inglés) ha pedido la inmediata liberación de la ex periodista bielorrusa Larysa Shchyrakova, detenida en la ciudad de Homel el 7 de diciembre. “Aún se desconocen los motivos y circunstancias de su detención. Ella está en prisión preventiva y su hijo Sviataslau está en un albergue para niños. Larysa no ha participado en ninguna actividad pública o periodística en los últimos años”, dijo una fuente de Radio Free Europe/Radio Liberty de Bielorrusia.

Larysa Shchyrakova es una conocida reportera que tuvo que dejar sus actividades periodísticas en 2021 tras sufrir varias amenazas de detención. A pesar del hostigamiento, Shchyrakova optó por quedarse en Bielorrusia. En el pasado ha cubierto para varios medios independientes la represión del gobierno Alexander Lukashenkocontra los manifestantes. También realizó documentales y puso en marcha un proyecto para honrar a los represaliados bajo la URSS titulado “Los asesinados y olvidados” con testimonios de los familiares de los disidentes perseguidos.

La EFJ y la Asociación de Periodistas de Bielorrusia (BAJ en sus siglas en inglés) han expresado su preocupación por el “asombroso número de personas encarceladas por cargos falsos” en este país. Actualmente hay 32 periodistas en prisión, algunos de los cuales han recibido sentencias muy duras solo por hacer su trabajo. Es el caso de los periodistas Ales Lubyanchuk , Sergei Satsuk , Denis Ivashin , Iryna Slaunikava , Katsiaryna Andreeva y Aliaksandr Ivulin. En este sentido, la EFJ y la BAJ se han unido para promover el envío de una carta a los periodistas y trabajadores de los medios que se encuentran actualmente en prisión en Bielorrusia.

El número de presos políticos en este país está creciendo y ahora se acerca a los 1.450. La EFJ asegura que la guerra en Ucrania y la solidaridad de los bielorrusos y la sociedad civil con el país invadido por Rusia otorgan nuevas razones para que el régimen de Lukashenko ataque a civiles y periodistas.

Informe anual de Reporteros Sin Fronteras

Este miércoles, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha presentado el balance anual de 2022 en el que asegura que el presente año deja una cifra récord de 533 periodistas encarcelados en todo el mundo, mientras que el número de profesionales de la prensa asesinados se situó en 57, once más que en 2021 y casi la mitad en América Latina. Además de estas cifras, 65 periodistas están secuestrados y 49 desaparecidos.

“El récord alcanzado el año pasado se ha vuelto a superar: 533 periodistas estaban encarcelados por ejercer su profesión el 1 de diciembre de 2022, es decir, un 13,4% más que en 2021″, indicó RSF en un comunicado. La organización llamó también la atención sobre la cifra sin precedentes de mujeres periodistas en prisión, que se sitúa en 78 y supone un “aumento histórico de en torno al 30 %”, en comparación con las cifras de 2021. “Las periodistas representan ya cerca del 15 % de todos los encarcelados, frente al 7 %, hace cinco años”, recalca el texto.

En su informe, RSF también destaca algunos casos individuales, como el del francés Olivier Dubois, que lleva más de 20 meses en manos del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afiliado a Al Qaeda en Malí, y el estadounidense Austin Tice, secuestrado en Siria desde hace ya 10 años.

También subraya el caso de Ivan Safronov, “uno de los mejores periodistas de investigación de Rusia”, cuya condena a 22 años de cárcel por haber revelado “secretos de Estado” supuso la pena más larga contra periodistas y el del periodista británico Dom Phillips, cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en la Amazonia brasileña.

El balance también especifica que el caso del español Pablo González “no figura entre los periodistas presos porque RSF solo tiene en cuenta a aquellos cuya detención arbitraria está probada”, algo que en este caso no se sabrá “hasta que no sea juzgado, la fiscalía presente sus pruebas y el tribunal dirima”. González está detenido desde finales de febrero en Polonia acusado de espionaje en favor de Rusia.