¿Agotará la legislatura hasta 2018?

l ¿Ve factible que Renzi consiga aprobar una gran reforma al mes, como ha prometido, o se trata sólo de un eslogan?

–Una cosa no excluye a la otra. Está claro que hay una parte de eslogan, pero el país entero espera que no sea sólo eso. Renzi de golpe quiere realizar una reforma profunda de la sociedad italiana y de la organización del Estado. Los italianos piensan que aunque sólo lo logre en una parte, habrá estado bien.

l ¿Cómo conseguirá hacerlo si cuenta con el mismo Parlamento que dificultaba la labor del anterior Gobierno, liderado por Enrico Letta?

–Es cierto que la composición del Parlamento no ha cambiado, pero sí lo ha hecho la opinión pública. Era muy significativo ver a los senadores de Forza Italia dándole las gracias a Renzi por haber cerrado la confrontación entre los favorables y los contrarios al «berlusconismo». Se ve que hay un cambio real debido al cansancio de todos estos años. No hace falta sentir una simpatía hacia Berlusconi para celebrar que se haya acabado la época en que la izquierda sólo hablaba del «berlusconismo».

l ¿Cree que el nuevo Gobierno podrá sobrevivir hasta el final de la legislatura en 2018, como vaticina Renzi?

–Serán decisivos los posibles cambios de tendencia en la opinión pública. Ésta ha tenido una influencia brutal que se ha acelerado en los últimos tiempos. Tal vez dentro de seis o nueve meses, Renzi diga que no puede seguir adelante y el país se encamine hacia las urnas. El gran problema entonces será la ley electoral. Si se celebraran unos comicios, muchos de los parlamentarios saben que no renovarían su puesto. Por eso no tienen interés en cambiar la ley electoral, ya que facilitaría la convocatoria de elecciones, pero si se oponen de forma abierta, se colocan en contra de la opinión pública. Será decisivo que antes de las elecciones del 25 de mayo Renzi pueda presentar algún logro tangible de peso. Si entonces seguimos sólo con las promesas, puede ser muy peligroso.