El terrorismo desangra Turquía

Erdogan apunta a un adolescente de entre 12 y 14 años como el autor del atentado que sembró el pánico en una boda kurda en Gaziantep y que ha reavivado la inseguridad y el miedo en la población

La sombra del terrorismo yihadista vuelve a planear sobre Turquía. Aunque ningún grupo se había atribuido al cierre de esta edición la masacre de este sábado en una boda kurda en Gaziantep, a 50 kilómetros de la frontera con Siria, las sospechas caen sobre el Daesh. Una «vendetta» por su última derrota en la localidad fronteriza siria de Manbij, que fue liberada hace diez días por las Fuerzas Democráticas Sirias, una coalición de mayoría kurda. Esta comunidad ha sido la primera víctima en Turquía de los terroristas.

Este 2016 está siendo el año más negro de Turquía. Atentados suicidas o explosiones con bombas, perpetrados por yihadistas o grupos armados separatistas kurdos, parecen haberse convertido en rutina. Al sobresalto y el temor en el cuerpo de que cualquier día puede estallar una bomba se suma la inestabilidad sociopolítica generada tras el fallido golpe de Estado del mes de julio.

El ataque suicida de la noche del sábado que trasformó una feliz celebración de boda en un trágico baño de sangre fue cometido por un niño no más mayor de catorce años. El pequeño kamikaze le arrebató la vida a más de medio centenar de personas y dejó heridas al doble de ellas. De estas últimas, 69 siguen bajo tratamiento en hospitales y 17 se encuentran en estado grave, lo que hace prever que el balance de fallecidos sea superior.

Desde el inicio, las autoridades turcas apuntaron al terrorismo como el móvil del ataque en Gaziantep, y ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, confirmó esa teoría citando a los servicios de seguridad del país. «Los primeros indicios de los que disponen nuestros organismos de seguridad apuntan al Daesh, y trabajan en ello», declaró Erdogan. También aseguró que el autor del atentado fue un adolescente, aunque no especificó si lo perpetró mediante control remoto o de manera presencial.

La masacre «la cometió un atacante suicida de entre 12 y 14 años de edad que se hizo detonar o fue detonado», dijo el mandatario en declaraciones a la cadena NTV. «Es cierto que últimamente se ha hablado de que Daesh tenía esa estructura o posición en Gaziantep. Se han realizado y se realizan varias operaciones intensas, y desde luego ahora nuestras Fuerzas de Seguridad continuarán con un trabajo aún mucho más intenso», añadió Erdogan.

El presidente turco no desperdició la ocasión para lanzar otro dardo contra el resto de grupos que se enfrentan al poder e intensificar así su discurso de lucha antiterrorista: «Para nosotros no cambia nada de dónde procede el terror», dijo en alusión al extremismo kurdo del proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) o a los seguidores del predicador conservador Fethullah Gülen, al que considera el cebrero de la fallida asonada. «Puede ser el terror de la FETÖ [la cofradía gülenista], del PKK, del Daesh o de PYD-YPG [las milicias kurdas] al otro lado de la frontera siria: para nosotros todas son organizaciones terroristas», subrayó.

Aunque esta vez las víctimas fueron miembros del partido de la izquierda prokurda HDP, tercera fuerza política del Parlamento de Turquía, a la que Erdogan y su formación, el Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP) tachan de cómplices del PKK. En un comunicado, el HDP confirmó que los novios que celebraban su enlace cuando sucedió el ataque eran afiliados de esta formación política, que ha sido blanco de varios ataques del Daesh durante el último año.

Asimismo, un comunicado de la Fiscalía de Gaziantep advertía ayer del hallazgo de un chaleco bomba que fue localizado hecho pedazos en el lugar de los hechos, según informó el conocido diario turco «Hürriyet». Las consecuencias de la explosión conmocionaron, una vez más, a la población turca y a la comunidad internacional. Numerosos familiares y conocidos de los fallecidos –visibles en la imagen– se concentraron ayer en torno al cementerio improvisado en Gaziantep en el que serán despedidas las víctimas. Al menos doce de ellos fueron ya enterrados ayer, pero los demás funerales deberán esperar algo más de tiempo, ya que muchas de las víctimas quedaron despedazadas tras el brutal impacto y serán necesarias pruebas de ADN para poder ser identificadas, según indicaron fuentes de seguridad. Una testigo y superviviente de la masacre narró a la prensa nacional cómo vivió aquella noche convertida en pesadilla. La mujer explicó que sólo se salvó porque un hombre con el que estaba conversando en el momento del ataque cayó sobre ella al morir, protegiéndola así de la onda expansiva.

Ankara quiere implicarse más en Siria

Turquía quiere ser «más activa» en la crisis siria «intentando impedir que se agrave en los seis próximos meses» y para que «termine el baño de sangre», expresó el primer ministro, Binali Yildirim. Su país acoge a 2,7 millones de refugiados que huyen de la guerra en Siria. Yildirim no precisó en qué consistiría esa mayor implicación de Turquía, que apoya a los rebeldes sirios y participa en la coalición contra el EI. Recientemente, Ankara se reconcilió también con Rusia y reforzó sus vínculos con Irán.

En el objetivo

- Ankara. Doble atentado suicida en una protesta que pedía el fin de los choques entre los kurdos y el Gobierno acabó con 102 vidas. Ocurrió el 10 de octubre de 2015.

- Suruç. Un terrorista se inmoló el 20 de julio de 2015 en una reunión de jóvenes que planeaban ayudar a la reconstrucción de Kobane. Hubo 32 muertos y 104 heridos

- Ankara. El partido prokurdo HDP defendió que sus oficinas fueron atacadas por «cientos» de manifestantes y que la Policía no hizó nada para evitarlo.

- Diyarbakir. Dos explosiones en un mitin del partido prokurdo HDP sucedieron antes de las pasadas elecciones. Aquel 5 de junio de 2015 hubo cuatro muertos y 100 heridos.