Guerra en Irak
Los yihadistas frenan en seco la ofensiva iraquí en Mosul con tres coches bomba
Se atrincheran en cada casa y entre la población para impedir el avance de la coalición.
Se atrincheran en cada casa y entre la población para impedir el avance de la coalición.
Mosul amaneció ayer con el ataque de tres coches bomba del Estado Islámico (EI) al este de la ciudad iraquí que dejaron al menos 30 muertos. La brutalidad de los atentados corrobora las dificultades a las que se están enfrentando las Fuerzas de Seguridad iraquíes para tomar la ciudad. Los coches bomba explotaron en el barrio de Gogiali, supuestamente controlado por las fuerzas de la coalición y el primer barrio en ser liberado en la ofensiva. A raíz de los atentados, el Ejército iraquí ha establecido un toque de queda prohibiendo la circulación de vehículos y el acceso a la zona.
El capitán Zaid de las fuerzas especiales iraquíes comentó a LA RAZÓN las dificultades con las que se enfrentan. El EI ha atrincherado a sus tropas asegurando cada casa e intentando blindar cada calle. Lleva varios días conseguir ganar unos cientos de metros, comenta el capitán, pero afirma que la ciudad será tomada en los meses previstos, y ensalza el valor y preparación de sus tropas. Distintas organizaciones no gubernamentales que prestan ayuda a las afueras de Mosul afirman que los avances son más lentos y menos optimistas que lo que las autoridades oficiales reconocen. Conforme se comienzan a alcanzar zonas más densamente pobladas, los avances se hacen más difíciles.
El Observatorio de Derechos Humanos ha denunciado que se ha incrementado el número de civiles atrapados entre el fuego cruzado desde finales de noviembre. Civiles que no sólo se enfrentan a los francotiradores del EI, sino a los coches bomba, los artefactos explosivos improvisados y los morteros. Del mismo modo, el Observatorios incrimina a las Fuerzas de Seguridad iraquíes y a la coalición internacional de llevar a cabo ataques aéreos que alcanzan a la población civil. Lama Fakih, director en Oriente Medio del Observatorio de Derechos Humanos, advierte de que atacar directamente o utilizar a civiles como escudos humanos es un crimen de guerra. A este respecto, los civiles que llegan a los campos de refugiados denuncian ser blanco de ataques directos del Estado Islámico, que los considera desertores. Ambos bandos cometen atrocidades contra los civiles.
Mosul fue capturado en el verano de 2014, cuando el Estado Islámico lanzó una operación relámpago que terminó con un tercio de Irak en su poder. Desde entonces, el El ha ido perdiendo terreno y control poco a poco.
Mientras, las Fuerzas Populares de Movilización (PMF) siguen defendiendo y patrullando las calles de las localidades liberadas cercanas a Mosul, como la mayor ciudad cristiana de la provincia de Nineveh, Qaraqosh. Las PMF son una organización apoyada y creada por las Fuerzas de Seguridad iraquíes que agrupan una amalgama de minorías étnicas y religiosas. Aunque en su mayor parte son chiíes, incluyen a cristianos, turcomanos o chabaquíes.
Qaraqosh fue liberada en noviembre y sigue bajo el control de las FPM, la Policía iraquí y las NPU. Las Unidades de Protección de Ninevh (NP) son una milicia con 600 hombres en activo y 500 entrenando. Todas las tropas están formadas por cristianos de la región. El coronel de las NPU Jawad Habib Abush informó a este medio del control de la zona y las buenas relaciones tanto con el Gobierno iraquí como con el kurdo. El coronel se negó a emitir una opinión sobre los éxitos de las Fuerzas de Seguridad iraquíes en Mosul. Durante sus declaraciones, las fuerzas especiales estadounidenses visitaron los cuarteles de la NPU en Qaraqosh y patrullaron las calles de la ciudad, corroborando las declaraciones del coronel en el adiestramiento que reciben y la colaboración entre unidades en la zona.
Qaraqosh emplea trabajadores locales y refugiados de los campos para realizar trabajos que tímidamente intentan reparar desperfectos en la ciudad. Mientras, civiles visitan a cuentagotas sus casas con la esperanza de poder recuperar algo después de mucho tiempo de abandono. El desfile de tropas entrando y saliendo de los alrededores de Mosul, los civiles que quieren regresar y los que desean recuperar algunos de sus enseres hace de la carretera que une Erbil con Mosul una zona de tránsito casi imposible.
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