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Europa estrena 2016 blindada frente a la alerta terrorista

Múnich permanece en estado de alarma un día después de que la Policía cerrara dos estaciones ante los «indicios concretos» de atentados. La Policía alemana busca a entre seis y ocho yihadistas de origen sirio e iraquí que planeaban ataques suicidas en Nochevieja

Fuerzas especiales de la Policía alemana junto a la estación central de Múnich
Fuerzas especiales de la Policía alemana junto a la estación central de Múnichlarazon

Múnich permanece en estado de alarma un día después de que la Policía cerrara dos estaciones ante los «indicios concretos» de atentados. La Policía alemana busca a entre seis y ocho yihadistas de origen sirio e iraquí que planeaban ataques suicidas en Nochevieja

Europa arranca el nuevo año como cerró 2015, en vilo por la amenaza yihadista. La imagen de las capitales europeas blindadas en Nochevieja por las Fuerzas de Seguridad da buena muestra del nivel de alerta terrorista.

Múnich continuaba ayer en estado de alerta un día después de que la Policía ordenara cerrar dos estaciones de trenes en la ciudad (la central y la del barrio de Passing) debido a «indicios concretos» de que podían tener lugar atentados en Nochevieja. De momento, sin embargo, la alarma terrorista ha arrojado más preguntas que respuestas. De acuerdo con informaciones proporcionadas por los servicios secretos franceses, entre seis y ocho atacantes pertenecientes a círculos de influencia del autoproclamado Estado Islámico (EI) planearían atentar en la capital bávara. De momento, no se ha podido detener a ningún sospechoso.

Antes de esta información de los servicios secretos galos, Alemania recibió advertencias de los servicios de inteligencia estadounidenses. Las autoridades germanas recibieron datos detallados sobre nombres, lugares y un posible calendario. El jefe de Policía de la capital bávara, Hubertus Andrä, señaló ayer en rueda de prensa que los supuestos terroristas son ciudadanos sirios e iraquíes. Sin embargo, dejó claro que aún se desconoce si se trata realmente de las personas cuyos nombres fueron proporcionados por los servicios secretos de Francia. Las investigaciones siguen aún su curso.

Tanto Andrä como el titular del Interior del Estado federado de Baviera, Joachim Herrmann, compararon la situación de seguridad en Múnich tras la alerta terrorista del jueves con la que había tras los atentados yihadistas de París del 13 de noviembre pasado. Herrmann reconoció que, aunque el nivel elevado de amenaza terrorista continúa vigente en Europa, «no existen indicios concretos» de peligro de atentado, «ni hoy ni mañana, ni en ningún lugar determinado» de la capital bávara. «No vamos a dejar que los terroristas quieran dictar nuestras vidas», advirtió el responsable bávaro de Interior.

Por su parte, el titular del Interior alemán, el democristiano Thomas de Maizière, señaló que la amenaza terrorista en Alemania continuará siendo elevada también este año y «no se reducirá en un futuro próximo». Según el ministro, los acontecimientos en Múnich demuestran que la situación en materia de seguridad en Europa y también en Alemania es grave. «Estoy contento y también agradecido de que la noche de ayer acabara como lo hizo», dijo De Maizière, quien justificó la actuación de las autoridades bávaras ante los indicios de un posible atentado con el fin de proteger a la población.

Fue una decisión tomada en un contexto de incertidumbre, por lo que no sería correcto decir que se trató de una falsa alarma, pero tampoco afirmar que se evitó un atentado concreto, declaró el ministro alemán. «Las autoridades bávaras, con el apoyo de la Policía federal, actuaron con cautela, juicio y decisión», había afirmado De Maizière en una primera comparecencia, en la que aseguró que «también en el futuro las Fuerzas de Seguridad analizarán detalladamente la situación y tomarán las medidas necesarias de manera consecuente».

El ministro del Interior señaló que desde los ataques terroristas de París han aumentado los indicios sobre posibles atentados en Alemania, que «no deben ser ignorados o tomados a la ligera, pero tampoco sobrevalorados». «Los organismos de seguridad continúan partiendo de un nivel elevado de amenaza por parte del terrorismo internacional», agregó. La situación en Múnich recuerda a la vivida hace pocas semanas en Hanóver, donde el temor a un atentado obligó a cancelar un partido de fútbol entre Alemania y Países Bajos.

Herrmann declaraba en una primera comparecencia a las dos de la madrugada que «los indicios apuntaban de forma muy concreta a la comisión de un acto a medianoche». El aviso, que llegó de un servicio secreto amigo, según dijo Herrmann, hablaba de una hora y un lugar concretos y de terroristas del entorno del EI. Agregó que las informaciones recibidas eran de tal peso que, pese a no ser seguras en un cien por ciento, no podían ser ignoradas, por lo que se tomaron medidas inmediatas.

Según informaciones de la radiotelevisión bávara Bayerischer Rundfunk (BR), los presuntos terroristas tenían aparentemente planeado dirigirse en pareja a los lugares previstos para atentar y hacerse volar por los aires sucesivamente. No queda claro si los sospechosos eran también los que iban a perpetrar los atentados o si se trataba de cómplices. Las Fuerzas de Seguridad, que desplegaron a unos 550 agentes, permitieron nuevamente el acceso a las estaciones evacuadas entre las 03:30 y las 4:00 y los trenes pudieron salir según su horario. Como medida de precaución, las autoridades recomiendan a los ciudadanos evitar las aglomeraciones.

La seguridad se ha convertido, pues, en la prioridad número uno de los Gobierno europeos tras sufrir en sus propias carnes que los conflictos bélicos en Siria e Irak han exportado el terrorismo de raíz yihadistas, especialmente entre los combatientes europeos retornados tras combatir en Oriente Medio a las órdenes del EI. A pocos días de que se cumpla el primer aniversario de los atentados contra el semanario «Charlie Hebdo» y un supermercado judío en París, todas las precauciones son pocas. Unos 60.000 militares franceses velaron por la seguridad en Nochevieja, mientras que en Bruselas se suspendieron todas las celebraciones públicas tras detener a dos sospechos que planeaban atentar el 31 de diciembre.