Cargando...

Geopolítica

Así quedaría España en un futuro reparto del mundo entre EE UU, China y Rusia

La revista Newsweek se ha hecho eco de un hipotético reparto mundial entre las principales potencias

Globo terráqueo UNSPLASH

En los últimos años, el equilibrio geopolítico mundial ha entrado en una fase de transformación acelerada. La guerra en Ucrania ha marcado un punto de inflexión que ha obligado a las grandes potencias a reconfigurar sus alianzas y estrategias. Mientras Europa trata de reforzar su posición mediante un ambicioso plan de rearme colectivo, Estados Unidos parece haber redirigido su enfoque. La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha devuelto al país a una política exterior más impredecible, con gestos de hacia el Kremlin que, hasta hace pocos meses, habrían sido impensables bajo la administración Biden.

Al mismo tiempo, la relación entre Estados Unidos y China se ha ido deteriorando progresivamente. A las tensiones militares en el Pacífico se ha sumado una guerra comercial cada vez más agresiva, marcada por aranceles cruzados, restricciones tecnológicas y amenazas mutuas. En medio de esta dinámica, también han emergido fricciones con aliados tradicionales de Washington, como los países de la Unión Europea, reflejadas en una creciente desconfianza mutua dentro de foros multilaterales como la OTAN.

En este contexto de tensiones cruzadas, el medio estadounidense Newsweek ha publicado un artículo que ha dado pie a un amplio debate: un posible reparto del mapa global entre las tres principales potencias militares del planeta, es decir, Estados Unidos, China y Rusia. El análisis plantea cómo se podría reorganizar el mundo en esferas de influencia, como en la Guerra Fría, aunque con un panorama estratégico diferente. Cabe destacar que este análisis no consiste en un documento oficial, sino una práctica de estudio que busca advertir sobre los riesgos que implican las crecientes tensiones internacionales.

La situación de España

Desde la publicación estadounidense dejan abierta la incógnita sobre el papel exacto que desempeñaría Rusia. Plantea dos escenarios: que Moscú mantenga su independencia como actor principal o que, por el contrario, acabe alineándose con Pekín, de quien podría volverse progresivamente dependiente.

En caso de consolidarse como una potencia independiente, Rusia concentraría sus esfuerzos en ampliar su influencia sobre Europa. En este sentido, Newsweek señala que el Kremlin podría aprovechar el actual distanciamiento entre los países europeos y Estados Unidos para ampliar su presencia en el continente, más allá de las antiguas repúblicas soviéticas. Existen acusaciones de injerencia rusa en procesos electorales de países como Rumanía o en campañas de desinformación apuntan a ese objetivo. Según este escenario, España podría entrar dentro del área de influencia rusa si ese distanciamiento con Washington se profundiza.

Por su parte, Rusia y China también se disputarían Asia Central debido a su proximidad geográfica. En el caso del gigante asiático, el informe indica que ejercerá su hegemonía sobre regiones como el Lejano Oriente y Oriente Medio, valiéndose de su poderío económico, su tecnología avanzada y sus crecientes capacidades militares. Países como Japón o incluso las dos Coreas podrían caer bajo su órbita.

En lo que respecta a Estados Unidos, el informe sostiene que la visión expansionista de Trump se vería realizada, extendiendo su control sobre todo el continente norteamericano: desde Canadá y Groenlandia en el norte, hasta México y varios países de Centroamérica al sur. Washington consolidaría así su dominio sobre América del Norte.