Estados Unidos
Barack Obama visitó ayer una mezquita en Baltimore
Visita por primera vez una mezquita y critica la islamofobia de Trump
Durante su primera campaña presidencial, Barack Obama se cuidó mucho de no aparecer con musulmanes. Incluso se vio obligado a fotografiarse con su familia acudiendo a rezar a una iglesia. Los republicanos insistían en que el entonces candidato profesaba el islam. No sólo eso, sino que aseguraban que había nacido en Kenia. Nada era cierto, pero, en plena lucha contra Al Qaeda, estas acusaciones suponían puntos a favor de los conservadores. Sin embargo, no les funcionó. Ahora, ya con un pie más fuera que dentro de la Casa Blanca, Obama acudió ayer por primera vez a una mezquita en EE UU. Allí aprovechó para lanzar un mensaje de tolerancia hacia los millones de musulmanes americanos y hacer un llamamiento a que se acabe con los estereotipos que están tan presentes en la campaña presidencial. Eso sí, también hizo hincapié en que EE UU debe luchar de una manera más efectiva contra el extremismo en la comunidad musulmana en vez de dibujarlos como enemigos potenciales.
El presidente acudió a la Sociedad Islámica de Baltimore, donde se sentó en una larga mesa con capellanes musulmanes de la universidad, activistas y profesionales de la salud pública, para debatir sobre la tolerancia religiosa y la libertad. Según informa la agencia Ap, para los defensores de los musulmanes, la visita de Obama es un gesto que se esperaba desde hacía mucho tiempo, pues se trata de una comunidad que ha sufrido una escalada de criticismo que ha ido ligada a la preocupación de la opinión pública por el grupo terrorista Estado Islámico. El presidente sí ha visitado mezquitas en algunos de sus viajes al extranjero, pero ha esperado hasta el final de su mandato para acudir a un templo musulmán en territorio estadounidense. Un acto que los analistas aseguran que refleja la sensibilidad del asunto. Obama señaló que «la retórica contra los musulmanes utilizada por algunos políticos no tiene cabida en nuestro país». Para el demócrata es «inexcusable». No dio nombres, como muchos esperaban, pero así censuró los comentarios del republicano Donald Trump, que dijo que, si gana las elecciones, vetará la entrada en EE UU de todos los musulmanes ante la amenaza yihadista. «Nunca pensamos que en esta sala, en la que rezamos desde hace más de medio siglo, tendríamos como invitado a un presidente», indicó Mohamed Yamil, presidente de la mezquita.
«Hoy comienza un nuevo punto de partida. También es un viaje que continúa, un viaje inmerso en la historia y tradición americanas», añadió Yamil. Obama dio las «gracias» a los musulmanes por sus contribuciones al país, al comentar que es una palabra que esa comunidad no escucha lo suficiente. «Los musulmanes estadounidenses nos mantienen seguros», reconoció el mandatario a la audiencia, en referencia a las contribuciones que hacen a la comunidad. Sus palabras fueron pronunciadas en un claro intento de rebajar los prejuicios de que todos los musulmanes son terroristas miembros de Al Qaeda y el grupo Estado Islámico.
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