Liberación de presos
Bélgica excarcela a un terrorista iraní para desatascar la liberación de un cooperante belga acusado de espionaje
El exdiplomático persa fue condenado por planear un atentado en un encuentro de opositores iraníes en 2018
Irán ha liberado esta semana a Olivier Vandecasteele, un trabajador humanitario de nacionalidad belga encarcelado en Teherán durante 455 días por cargos de espionaje. A cambio, Bélgica ha hecho lo propio con Assadollah Assadi, un exdiplomático persa que había sido condenado en 2021 por planear sin éxito un atentado con bomba tres años antes, en una reunión de líderes de la oposición al régimen de los ayatolás que tuvo lugar en Francia.
El cooperante fue trasladado en avión a última hora del jueves desde Teherán a Mascate, la capital de Omán, donde se produjo el intercambio de prisioneros, explicó el primer ministro belga, Alexander De Croo, en una videoconferencia desde Bruselas. La operación pudo haberse llevado a cabo gracias a la aprobación en julio del año pasado de una polémica medida en el Parlamento belga que lo permitía. Aunque las autoridades matizaron que el intercambio no se llegó a producir en estos términos.
Vandecasteele, quien trabajó en Irán durante cinco años hasta que perdió su empleo en marzo de 2021, regresó al país para recuperar algunas de sus pertenencias en febrero del año pasado. Las autoridades persas aprovecharon la ocasión para detenerle e involucrarle en un proceso judicial por por cargos de espionaje, blanqueo de dinero y contrabando de divisas por el que fue condenado a 40 años de prisión y 74 latigazos.
Bélgica calificó el encarcelamiento de Vandecasteele de “arbitrario” y denunció a las autoridades de la República Islámica por no facilitar ningún tipo de información sobre el caso. Sin embargo, el Ejecutivo de De Croo negoció su liberación con la mediación de Omán. Como contraprestación, Teherán exigió la excarcelación del diplomático, detenido a su vez en 2020 en Alemania y condenado después a 20 años de cárcel por cargos de terrorismo.
Assadi ya está en Teherán. El ministro de Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, agradeció a Mascate por sus labores de mediación. “El diplomático inocente de nuestro país que estuvo detenido ilegalmente en Alemania y Bélgica durante más de dos años en contra del derecho internacional está de regreso a su patria”, ha tuiteado el jefe de la diplomacia persa.
Organizaciones en defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional celebraron la liberación de Vandecasteele, pero expresaron su preocupación por el acuerdo de intercambio, que, según denuncian, perpetúa un “clima de impunidad por la persecución extraterritorial de disidentes iraníes para someterlos a ejecuciones extrajudiciales, tortura y otros malos tratos”.
No ha sido la primera liberación de presos por parte de Teherán en lo que va de año. A principios de mayo, las autoridades iraníes liberaron a dos ciudadanos franceses, Benjamin Brière y Bernard Phelan, también acusados de espionaje. En marzo fue el turno de la ciudadana británica-iraní Nazanin Zaghari-Ratliffe, detenida durante seis años como peón diplomático, aseguran sus familiares.
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