Biden media para relanzar la solución de los dos Estados

En un clima de altísima tensión, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, cumple hoy su segundo día de visita oficial a Israel. Mientras, en un lapso de 36 horas, se sucedieron siete atentados; el más impactante tuvo lugar en el puerto de Jaffa, a escasos metros de donde Biden dialogaba con el ex presidente israelí Simon Peres sobre paz. También su familia se encontraba en las inmediaciones, cenando en un restaurante de esa concurrida zona turística. Sin embargo, las tensiones comenzaron bastante antes de este viaje. Primero, por el nuevo malentendido entre Barack Obama y Benjamin Netanyahu, que sorprendió a la Casa Blanca y canceló el viaje que tenía programado para dentro de unos días sin aviso previo. Además, nadie logró olvidar el incidente registrado durante la visita anterior de Biden, cuando Israel anunció la construcción de nuevas viviendas en Jerusalén Este.

Asimismo, la Prensa israelí reflejó ampliamente en los últimos días el informe del periódico «The Wall Street Journal» que indicaba que el presidente Barack Obama tiene intención de impulsar la reanudación de negociaciones de paz entre israelíes y palestinos en el último tramo de su gobierno. Los medios locales destacaron que, entre las opciones que se evalúan en la Casa Blanca, está un posible apoyo a una resolución del Consejo de Seguridad que llame a las partes a llegar a un acuerdo en una serie de temas, algo que tanto Israel como Estados Unidos habían vetado en los últimos años. La noticia fue interpretada como una posibilidad de que la Administración Obama esté a punto de dar por finalizado el apoyo incondicional a Israel en el seno de la ONU, donde se encuentra en clara desventaja. Uno de los medios israelíes más populares, el portal Ynet, advirtió en su titular: «Peligra el veto norteamericano».

De todos modos, la visita se desarrolló tal como fue planificada. Biden se reunió en Jerusalén con el presidente Reuven Rivlin y con el primer ministro «Bibi» Netanyahu. Este último encuentro se extendió mucho más de lo previsto y, según los informes oficiales, entre los temas tratados estuvieron la guerra Siria, Irán, los intentos de reconciliación entre Israel y Turquía, la Intifada de los cuchillos y el futuro de la coordinación de seguridad entre Jerusalén y Ramala. Nada se dijo acerca del supuesto plan de paz de Obama, aunque en sus declaraciones de repudio a los atentados, Biden señaló que «esta situación no se acabará por la fuerza», o sea, sin negociaciones. En Israel fue bien recibida la condena concluyente y tajante de Joe Biden no sólo a los atentados terroristas, sino también «a aquellos que no los condenan», en referencia al presidente palestino Mahmud Abas. Biden se reunirá hoy con el líder palestino, al que presionará también para volver a la mesa de negociación.