Italia
«Cada dos días se produce una agresión racista»
Así lo afirma en una entrevista Luigi Mastrodonato, creador del mapa del odio
Así lo afirma en una entrevista Luigi Mastrodonato, creador del mapa del odio.
Preocupado por al ola de ataques racistas en Italia, el periodista Luigi Mastrodonato creó un mapa actualizado en tiempo real con las agresiones xenófobas cometidas desde la investidura del nuevo Gobierno italiano.
¿Cuáles son las conclusiones del estudio?
En las últimas semanas, las informaciones de agresiones racistas en Italia se han multiplicado, pero solo unos pocos episodios como el asesinato de Soumayla Sacko han tenido un fuerte eco mediático. Desde el 1 de junio de 2018, día de toma de posesión del Gobierno italiano hasta la fecha, se se han producido más de 30 ataques xenófobos. Uno, cada dos días.
¿Está Salvini agitando el rechazo hacia los migrantes?
Da la sensación de que en Italia continuamos en campaña electoral pese a que ya han pasado cinco meses desde los comicios. Nuestros políticos son maestros del sensacionalismo y los datos parecen interesar cada vez menos. En realidad, el desembarco de inmigrantes, la presencia de extranjeros en prisión y los crímenes han disminuido. La campaña electoral ha exacerbado este discurso y ahora que el Gobierno ha asumido el cargo no se ha reducido el tono. Todo ello, no ayuda a combatir el racismo, al contrario, fomenta un clima de odio.
El demonio del racismo avanza imparable bajo el actual Gobierno, ¿podría Italia volver a convertirse en una estado fascista?
En Italia, el fascismo nunca ha desaparecido. Prueba de ello es la agresión en Macerata de febrero –un ultraderechista atacó a seis afroamericanos–. Otra prueba es que el ministro de Familia italiano ha pedido abolir una ley que condena la apología fascista, la Ley Mancino de 1993 que condena acciones y consignas basadas en discriminación racistas. Todo esto es inaceptable.
La agresión a Daisy Osakue pone de manifiesto un creciente problema en las sociedades europeas, ¿da votos el racismo?
Crea consenso, porque es un chivo expiatorio al que se culpa de todos los problemas. Antes eran los sureños y hoy son migrantes. Y el Gobierno saca rédito de este discurso, de hecho, según las últimas encuestas, la Liga ha crecido mucho.
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