Cuba

Castro dispara contra Obama en su cumpleaños

El dictador publica un artículo donde llama a «preservar la paz» y defiende a China y Rusia ante aquellos que «las amenazan»

Las tiendas de La Habana decoradas con imágenes del dictador
Las tiendas de La Habana decoradas con imágenes del dictadorlarazon

El dictador publica un artículo donde llama a «preservar la paz» y defiende a China y Rusia ante aquellos que «las amenazan»

Las palabras de Fidel Castro suenan a despedida. Como si el líder barbudo quisiera dejar todo bien atado antes de su marcha. Con el relevo ya marcado, pero sin poder detener la apertura económica y el avance del Imperio sobre su isla, el comandante evocó ayer, día de su 90 cumpleaños, en un artículo, su enemistad con Estados Unidos. Pero el caballo de Troya ya desembarcó en La Habana dispuesto a ir limando desde dentro las columnas que Fidel erigió durante 50 años. El destino le depara una muerte agridulce, postrado en su lecho, pero testigo directo de una transformación de Cuba que no obedece a ningún modelo comunista. Él ya no puede pararlo, está débil y su hermano Raúl tiene claro que para sobrevivir necesitan realizar ciertas concesiones. Hasta dónde están dispuestos a llegar es la pregunta. El brindis tendrá que esperar.

El Gobierno de su hermano Raúl, que restableció relaciones con Washington en 2015, no ha anunciado ningún gran acto oficial por el aniversario de Fidel, pero el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sí está en la isla para saludarlo.

Retirado del poder hace una década por enfermedad, Fidel Castro describió en su texto de ayer, titulado «El cumpleaños», pasajes de su infancia, de la Revolución cubana y volvió sobre sus obsesiones: el riesgo nuclear, la sobrepoblación mundial y Estados Unidos. El histórico líder, quien según la inteligencia cubana enfrentó 634 complots de asesinato, recordó «los planes de eliminación» orquestados desde Estados Unidos y criticó la falta de «altura» del discurso del presidente Barack Obama en el viaje a Japón en mayo. «Le faltaron palabras para excusarse por la matanza de cientos de miles de personas en Hiroshima, a pesar de que conocía los efectos de la bomba nuclear», señaló en el artículo. «Grandes potencias como China y Rusia no pueden ser sometidas a las amenazas de imponerles el empleo de armas nucleares. Hay que preservar la paz», añadió.

Conciertos y exposiciones fotográficas, literarias y pictóricas, un puro de 90 metros además de un sinnúmero de carteles con su imagen celebran en la isla las nueve décadas de uno de los hombres más influyentes y controvertidos del mundo en el último siglo. El adversario de Estados Unidos en la Guerra Fría está jubilado y sólo recibe esporádicas visitas de personalidades. En los últimos años la vejez y las secuelas que le dejó una severa crisis intestinal lo han diezmado. La última vez que apareció en público fue el 19 de abril en la clausura del Congreso del Partido Comunista Cubano. Entonces, Fidel, con voz trémula, atribuyó su larga vida al azar y llamó a los cubanos a mantener el rumbo socialista. «Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno», dijo en su discurso.

Pero Fidel no sólo es venerado en su vejez, también es rechazado por quienes terminaron en la cárcel por oponérsele. «No sé si se le podrá desear un buen cumpleaños», señala la disidente Marta Beatriz Roque, de 71 años, que fue encarcelada dos veces bajo el Gobierno del ex mandatario. Actualmente ella se encuentra en libertad condicional. Para Roque, el legado del nonagenario líder es el «caos, la falta de solución» a los problemas económicos y el «control de la vida de todas las personas en el país». Al cierre de esta edición se mantiene la expectación por una posible aparición suya en una de las dos galas previstas por su cumpleaños. «Es bueno volver a ver a Fidel, que el público lo vea. Es muy importante para nosotros», dijo un cubano.