Portugal
Cavaco reabre el diálogo con Costa en el horizonte
El presidente del Parlamento portugués subraya la urgencia de una solución a la crisis.
Después de que el martes la mayoría de izquierdas pusiera fin en el Parlamento al Gobierno más efímero de la historia democrática portuguesa, la responsabilidad sobre el laberinto político que atraviesa el país volvió ayer a las manos del jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, que se reunió con el presidente del Parlamento y con el todavía primer ministro, Pedro Passos Coelho. El conservador le comunicó oficialmente la imposibilidad de alcanzar la mayoría parlamentaria suficiente para garantizar un Gobierno estable.
El mensaje que el presidente del Parlamento luso, el socialista Ferro Rodrigues, trasladó al jefe del Estado fue contundente: Portugal no puede estar «mucho tiempo» sin Gobierno. «Prolongar esta situación sería malo para el país, tanto política como financieramente, pero creo que no sucederá», aseguró Rodrigues ante los medios tras su reunión con el mandatario portugués. Rodrigues –que fue elegido gracias a los votos del Partido Socialista, el Bloque de Izquierda y los comunistas, en su primera demostración de fuerza en la Cámara– recordó que Cavaco «tiene las llaves en su mano». El líder del Partido Socialista, António Costa, cerró el martes de manera oficial sus pactos con las distintas formaciones de izquierdas. Este acuerdo prevé el fin de las políticas de austeridad aplicadas por los conservadores en la pasada legislatura y no contempla la entrada en el Gobierno del Bloque de Izquierda o de los comunistas. Costa defendió el martes el acuerdo en la cámara como «un programa coherente, creíble, con condiciones estables a lo largo de la legislatura».
El presidente portugués, dirigente durante una década de la formación conservadora de Passos Coelho, el Partido Social Demócrata (PSD), se reunirá a lo largo de esta mañana en el Palacio de Belém con diferentes representantes de la sociedad civil portuguesa. Una vez finalizada esta ronda de contactos, Cavaco puede optar por encargar a António Costa la formación de Gobierno, mantener el gabinete de Passos Coelho de forma provisional hasta las próximas elecciones o crear un Gobierno técnico de independientes hasta la próxima cita en las urnas, que no se produciría antes de junio.
Como ingrediente añadido a esta crisis política, la inminencia de las elecciones presidenciales de enero impide la celebración de nuevas elecciones hasta junio, como mínimo. Este nuevo escenario, nunca antes visto en la política portuguesa, y el fin de la tradición de que gobierne el partido más votado ha provocado que los principales candidatos a las presidenciales muevan ficha para convencer a los potenciales votantes. En este sentido se pronunció ayer Marcelo Rebelo de Sousa, uno de los candidatos a presidente de la República. Rebelo, catedrático de Derecho en la Universidad de Lisboa y miembro del PSD, se adelantó a Cavaco y mantuvo ayer por la tarde una reunión con la UGT portuguesa. Otro de los presidenciables, el comunista Edgar Silva, recordó a Cavaco que «el presidente no puede imponer su voluntad, su subjetividad» a la hora de encargar la formación de Gobierno.
Mientras tanto, los mercados continúan reaccionando al desgobierno que sufre el país. Ayer, la agencia de calificación de riesgo Fitch mostró su preocupación por las «muchas incertidumbres» fiscales que podría traer consigo un Gobierno de izquierdas.
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