Chávez, un líder embalsamado. Así es el proceso

El embalsamamiento de un cuerpo en nuestros días se aleja de las prácticas del antiguo Egipto, los Incas o el propio Vaticano con los Papas hasta el siglo pasado. Ya no es preciso extraer las vísceras, a menudo introducidas en ánforas a modo de reliquia en las iglesias. Actualmente un líquido sintético de la familia de los formoles es el que consigue «detener» el tiempo en un cadáver y que resista el natural proceso de descomposición. «En la práctica forense diaria se emplea la base de formol diluida al 10 por ciento, pero hay especialistas que tienen sus propias fórmulas secretas, con sustancias aromáticas, alcanfores, mirra, como en el caso de los Papas... El líquido reemplaza a la sangre y consigue que la proteína de los músculos se fije y eliminar las bacterias que favorecen la putrefacción», explica Julia Fernández, médico forense y profesora de Medicina Legal en varias universidades.

Fernández cree que, aunque se hable de que el presidente venezolano "será embalsamado", «lo más probables es que ya se haya sometido a este proceso, pues es lo lógico, ya no cuando se quiere hacer una momia para que perdure como Lenin, sino cuando se va a exponer un cuerpo en una capilla ardiente y más en un país cálido como Venezuela. En España de hecho es obligatorio embalsamar si el cadáver va a estar expuesto hasta 72 horas después de la muerte".

El proceso de reemplazo de la sangre por el líquido conservante es relativamente sencillo. El forense decide si inyectar por la arteria femoral a la altura de la ingle, las carótidas del cuello o a través de la axila y, al ser la circulación sanguínea como un conjunto de cañerías que recorren el organismo, el líquido desplaza a la sangre hasta que toda ha sido drenada a través de otro orificio. Según el Colegio Mexicano de Ciencias Forenses, un factor clave es la presión con la que se introduce el mencionado líquido para que éste vaya desplazando a la sangre. Es posible que alguna obstrucción en vasos más pequeños, la presencia de tumores como es el caso del presidente venezolano, o factores como el peso obliguen a realizar otra incisión para inyectar el líquido y sacar la sangre. "En este caso los tumores y las metástasis de Chávez no tienen por qué ser un impedimento para el éxito en el proceso. Sí pueden serlo en cambio, los vestigios de las distintas cirugías y tratamientos a los que se ha sometido como cicatrices, adherencias, lesiones causadas por la intubación...", añade Fernández.

Lo importante es que el conservante irrigue todos los vasos, tejidos y órganos para lo que se existe un gran control de la presión para que el flujo del líquido desplazando a la sangre sea el correcto y penetre en todos los vasos, además de detectar posibles obstáculos en la circulación de esta «nueva sangre» que albergará el cadáver.

Un cuerpo templado estimula la penetración del líquido con menor presión, mientras que si hay rigor mortis los vasos se congestionan y hay que aumentar bastante la presión.

Si, por ejemplo, el líquido ocupa los vasos principales, pero la sangre se desplaza hacia pequeños capilares de la cara o el cuello, el resultado será la aparición de manchas verdosas o amoratadas en zonas visibles del cuerpo. En cualquier caso, el maquillaje y el retoque estético arregla el aspecto en las zonas más visibles, algo fundamental en una persona que ha padecido una enfermedad grave y las secuelas de los tratamientos de quimio y radioterapia.

Otro factor crucial para Fernández es «que el cadáver repose en un cofre estanco -los de los Papas son de plomo- para que no haya oxígeno en el ambiente y que las bacterias no proliferen. En cualquier caso, todos los cuerpos embalsamados requieren un retoque cada cierto tiempo. Lo que sí ocurre cuando, además del tratamiento conservante se elimina el oxígeno, es un fenómeno natural conocido como corificación. Es algo natural, la piel adquiere el aspecto del cuero recién curtido y a veces se encuentra una tumba con un cuerpo tan bien conservado sin que se le haya aplicado ningún tratamiento».