Investidura de Obama
Cientos de miles de personas acuden a nueva investidura de Obama
Cientos de miles de personas han acudido hoy en las inmediaciones del Congreso de Estados Unidos a la investidura del presidente Barack Obama para su segundo mandato.
Los controles de seguridad de acceso al Mall, el parque que se extiende entre la Casa Blanca y el Congreso, se abrieron a las siete de la mañana.
Las autoridades han cercado con vallas metálicas un área de cerca de dos kilómetros y sólo tienen acceso las personas acreditadas.
Pero horas antes de que se abriesen los controles de seguridad había ya personas haciendo fila alrededor de los accesos, abrigadas con ropa gruesa e incluso mantas.
Desafiando al frío de enero, Alisha Debence, una joven negra de 19 años, acudió con su madre y su hermana desde Alabama.
"Ha sido un viaje largo pero merece la pena", declaró a Efe.
Con unas grandes gafas de plástico, un vistoso sombrero y chapas de Obama, Debence dijo que votó por primera vez en las pasadas elecciones y lo hizo por Obama, así que no quiere perderse su discurso de investidura.
"Es un momento único en la historia y nunca sabes si se va a volver a repetir", agregó.
Su madre Anngereld, enfermera, destacó que gracias a la reforma de la salud promovida por el presidente Obama en su anterior mandato su hija, que padece diabetes del tipo 1, tendrá asistencia sanitaria.
"Hemos venido preparadas, con guantes gruesos, calentadores de manos (...), estamos preparadas para celebrarlo", exclamó.
El mismo entusiasmo mostró la familia Foster, que se ha desplazado a Washington desde Orlando (Florida) casi al completo. Latisha Foster acudió con sus hijos Eddy, de 11 años; Justin, 9, y Dylan, 4.
"Es tal momento histórico que quiero que mis hijos tengan la experiencia de vivirlo, que cuando crezcan puedan decir que estuvieron aquí para la investidura de Barack Obama", dijo Foster a Efe.
"Nos hemos levantado a las cinco de la mañana", exclamó Eddy algo encogido por el frío, aunque aseguró que no le importa porque "estoy muy emocionado. Este es un momento histórico, cuando mire atrás podré decir que estuve aquí".
También acudió con su pequeña Carrie Nelson, del estado de Virginia, contiguo a la capital, y voluntaria del Partido Demócrata en las elecciones legislativas de hace dos años.
Llevó al acto a su hija Ariel, de 8 años, porque "es un gran evento", declaró.
Ivette Sanchez, de 52 años, se desplazó a la capital estadounidense desde San Antonio (Texas) junto con su hermano menor, Alberto, y sus dos hijos.
Sánchez es la quinta generación de estadounidenses de su familia, con ancestros españoles y mexicanos.
"Voté por Obama y quería venir", afirmó a Efe.
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