Coulibaly cerró en Madrid con una célula del EI el atentado de París

Las Fuerzas de Seguridad investigan si el Estado Islámico mantiene una estructura operativa en España. No se hospedó en ningún hotel o pensión por lo que se busca un piso franco. El terrorista francés y su mujer, Hayat Boumeddiene, viajaron en coche hasta la capital

Madrid, punto de encuentro de una cita orgánica de militantes del Estado Islámico (EI). Se trata de una de las hipótesis con la que trabajan los investigadores para tratar de averiguar qué hicieron en la capital de España durante tres días Amedy Coulibaly y su esposa, Hayat Boumeddiene.

Ambos habrían llegado en automóvil desde París el 31 de diciembre y los investigadores tratan de averiguar dónde se alojaron. En un primer repaso a los establecimientos hoteleros no se ha hallado ningún rastro de que pernoctaran en uno de ellos. Este dato abre la posibilidad, más preocupante, de que contaran con un piso de miembros del Estado Islámico, banda yihadista de la que forman parte.

El 2 de enero Coulibaly volvió a París (el terrorista había alquilado el automóvil y lo devolvió el día 6), acompañado, al parecer, por otro hombre, aunque este extremo no está plenamente confirmado. Su novia, junto con otras tres personas, también de nacionalidad francesa, entre ellos dos hermanos franco argelinos, uno de ellos acompañado de una mujer y un niño, viajó a Estambul (Turquía). Las Fuerzas de Seguridad tratan de determinar cómo llegaron todos ellos al aeropuerto de Barajas. Si estaban previamente citados y contaron con el apoyo de terceros individuos. En la ciudad turca permaneció seis días en un hotel, acompañada de una persona, y después huyó a Siria apoyada por la estructura clandestina especializada en el paso de fronteras, al estilo de los «mugalaris» de ETA, de la banda yihadista a la que pertenece.

Boumeddine y el individuo que la acompañaba fueron filmados a su llegada por las cámaras del aeropuerto de Estambul. Según las autoridades turcas, la mujer cruzó la frontera y entró en Siria el jueves 8 de enero, víspera de la muerte de su marido tras cometer un atentado antisemita, en el asalto a un supermercado judío y tomar como rehenes a los trabajadores y clientes que estaban en ese momento en el local.

Los investigadores han comprobado que mientras estuvo en Madrid, Coulibaly sólo realizó llamadas con su teléfono móvil a números franceses. No acredita que no tuviera contactos en España y que hubiera establecido la cita con ellos con bastante tiempo de anticipación. Por motivos de seguridad, y no delatar su presencia, en caso de ser detenido, no se puso en contacto telefónico con ellos. Precisamente, porque todo esto ocurría antes de que se cometieran los atentados de París, en los que este individuo se coordinó con los hermanos Kouachi.

Lo que está claro es que algún tipo de actividades y contactos tuvo la pareja en Madrid (no utilizaron establecimientos hoteleros), ya que Coulibary volvió a Francia con otro individuo, y su novia viajó a Estambul, acompañada de cuatro personas, incluido el niño. En el caso de que el Estado Islámico cuenta con algún tipo de infraestructura en Madrid, se confirmarían las sospechas que mantienen los servicio de información occidentales en el sentido que los cabecillas de esta banda islamista han decidido extender sus actividades criminales a los países de occidente.

Ofensiva internacional

El grupo que encabeza Ibrahim Ibn Awwad, que se hacía llamar Abu Bakr al Bagdadi y ahora Califa Ibrahim, logró consolidar, a partir de junio del año pasado, una serie de logros militares, entre ellos la toma de la ciudad de Mosul. Cuando parecía que se iba a hacer con la mayor parte del territorio de Irak, los países occidentales reaccionaron y comenzaron una serie de ataques aéreos que han logrado frenar su ofensiva.

La estrategia de Bagdadi de masacres de prisioneros, combatientes y no combatientes, raptos y violaciones, especialmente de chiíes, kurdos, cristianos y demás minorías y otras atrocidades, lejos de disuadir a la coalición internacional, animaron a sus gobernantes a prestar más medios para frenar la amenaza yihadista.

Era cuestión de tiempo que el Estado Islámico tratara de vengarse de la ofensiva occidental y que lo hiciera con atentados contra la población civil en grandes ciudades, donde tienen mayor eco mediático. Para ello, el EI precisa de consolidar infraestructuras, aunque sean mínimas, en algunas zonas. España, donde residen centenares de miles de musulmanes, por lo que no llama la atención verlos por la calle, y que es la puerta de entrada a Europa para muchas de estas personas, puede haber sido elegida por la banda yihadista para establecer algún tipo de estructura.

El califato islámico universal

No hay que olvidar que entre los entre los objetivos del Estado Islámico se encuentra la creación, consolidación y expansión de un califato islámico de vocación universal regido por la «sharía» como ley fundamental; la reconquista de todas las tierras que alguna vez fueron musulmanas (entre ellas España) y la implantación del islam como única religión a nivel mundial.

Asimismo, las Fuerzas de Seguridad españolas encontraron ayer las imágenes tomadas en el aeropuerto de Madrid-Barajas en las que se puede apreciar a Coulibaly y su mujer, Hayat Boumeddiene, acompañados de otras cuatro personas. Las imágenes corresponden a las grabaciones tomadas el 2 de enero en la Terminal 4, al medio día. Estas fotografías se convierten en la primera prueba del paso del terrorista francés por España antes de atentar en París.