Política

Conflicto Israel-Palestina

Cuatro heridos y doce detenidos en una noche de violencia en Israel

Israel y la Cisjordania ocupada fueron anoche escenario de diversos actos de racismo por parte tanto de colonos ultranacionalistas judíos como de radicales palestinos, que causaron heridas a al menos cuatro personas.

Israel y la Cisjordania ocupada fueron anoche escenario de diversos actos de racismo por parte tanto de colonos ultranacionalistas judíos como de radicales palestinos, que causaron heridas a al menos cuatro personas.

Según la edición digital del diario israelí "Yediot Aharonot", hombres enmascarados atacaron anoche varios vehículos cerca de la aldea árabe de Qalansawe, en el centro de Israel, uno de los cuales fue incendiado.

"Los choques estallaron cuando vándalos enmascarados que se hallaban al borde de la carretera comenzaron a preguntar a los conductores si eran árabes o judíos. Dos conductores que contestaron en hebreo fueron obligados a bajarse y fueron atacados. Ambos sufrieron heridas leves", explicó.

Además, otros dos conductores fueron atacados, "uno pudo regresar a su coche y escapar mientras que el otro huyó a pie y abandonó el coche, que fue incendiado", agregó la publicación.

El rotativo señala que la Policía israelí intervino y cerró la carretera en ambas direcciones, tras lo que al menos 12 personas fueron detenidas.

Los vándalos también atacaron un coche patrulla, que el agente que lo conducía hubo de abandonar, mientras que un motorista hubo de ser atendido de heridas leves por la Estrella de David Roja al recibir pedradas.

Incidentes similares ocurrieron cerca de las localidades palestinas de Taybe -donde tres personas fueron detenidas- Tira y Baqa al Garbiya y del kibutz Magal, cerca de la aldea de Jat.

Horas antes, el ministro de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovitch, instó a la calma y advirtió que la policía será implacable con los vándalos.

"Pido a todo el mundo a contenerse, a tener paciencia y no empeorar la situación. Ya tenemos demasiada tensión en el aire. La policía utilizará su mano de hierro contra los vándalos", afirmó, según Yediot Aharonot.

En Cisjordania, grupos de colonos ultranacionalistas atacaron a un hombre en la aldea palestina de Osarin, lo introdujeron en un coche, y lo dejaron malherido a las afueras, con una herida de hacha.

Testigos explicaron a la agencia de noticias local Maan, que los colonos llegaron en dos coches poco después de la medianoche y forzaron a Tari Ziad Zuhdi Adeli, de 22 años, a entrar en un coche tras rociarle con gas.

Adeli pudo llamar a su familia y fue trasladado al hospital Rafedia, en la vecina Nablus, donde fue tratado de cortes y heridas contusas, principalmente en la pierna, agregaron.

Una ola de ataques racistas recorre el país desde que el pasado lunes fueron hallados cerca de la ciudad palestina de Hebrón los cadáveres, tiroteados, de tres estudiantes israelíes -dos de ellos menores- desaparecidos el 12 de junio cuando hacían autostop en las inmediaciones de la colonia de Gush Etzion.

Nada más ser enterrados, cientos de personas se manifestaron en Jerusalén al grito de "muerte a los árabes"y atacaron a varios trabajadores en el centro de la ciudad.

Además, las redes sociales se llenaron de fotografías de soldados israelíes y civiles clamando venganza.

Ese mismo día, desapareció en el barrio de Suafat, en Jerusalén Este, Mohamad Abu Jedeir, un joven palestino de 16 años que salía de una mezquita.

Su cuerpo, calcinado, fue hallado horas después en una zona boscosa de Jerusalén Oeste, en un crimen cuya principal hipótesis es un acto de venganza de radicales judíos.

El resultado preliminar de la autopsia al cuerpo del menor palestino muestra que fue quemado vivo, informó hoy el fiscal general palestino, Mohamad Abdel Ghani Uweili.

El asesinato desató disturbios entre grupos de jóvenes radicales palestinos y fuerzas antidisturbios israelíes en los resultaron heridas 300 personas, y que enseguida se extendieron a otros barrios de la ciudad santa.

En medio de esta ola de ataques, el presiente israelí, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, pidieron a la población de su país que se abstenga de provocar y no se tome la justicia por su mano.