El Cairo

Egipto fija el referéndum constitucional para los próximos 14 y 15 de enero

El presidente interino de Egipto, Adli Mansur, anunció hoy que el referéndum constitucional se celebrará los próximos 14 y 15 de enero, al tiempo que llamó a participar en ese proceso, que los Hermanos Musulmanes se niegan a reconocer.

En un discurso ante una serie de personalidades, Mansur destacó que se trata de un momento "crucial"para el futuro de Egipto, previsto en el plan estipulado por el Ejército, que el pasado julio derrocó al islamista Mohamed Mursi.

"Esta Constitución demuestra que Egipto va por el camino pacífico para aplicar la hoja de ruta", según el mandatario, para quien "no hay marcha atrás".

"Egipto no acepta divisiones", agregó Mansur, que mostró su respaldo a las fuerzas del orden egipcias por proteger las fronteras de Egipto y "luchar contra los terroristas".

Las autoridades acusan a los seguidores de Mursi de practicar la violencia y han detenido a los principales líderes de los Hermanos Musulmanes, mientras que el Ejército ha sido objeto de atentados por parte de extremistas en varias zonas, en especial en la península del Sinaí.

Mansur también tuvo palabras de agradecimiento para los miembros del comité constituyente, encargados de modificar la anterior Carta Magna, que fue aprobada hace casi un año por una asamblea mayoritariamente islamista y que actualmente está suspendida.

"Todos somos conscientes de que este nuevo texto al que habéis llegado no alcanza la perfección completa", consideró el mandatario interino y antiguo jefe del Tribunal Constitucional, que -no obstante- valoró el acuerdo al que llegaron los miembros del comité constituyente para sacarlo adelante.

En el mismo acto, el presidente de esa comisión, Amro Musa, explicó que el texto recoge avances en cuanto a las libertades y derechos, y garantiza la división de poderes "como ninguna otra constitución".

El que fuera ministro de Asuntos Exteriores durante la derrocada dictadura de Hosni Mubarak, hizo hincapié en algunos de los supuestos logros, como el hecho de que la soberanía radica solamente en el pueblo y en que Egipto tendrá un gobierno civil.

El proyecto constitucional ha levantado polémica por la amplia autonomía que concede al Ejército que, además, tendrá el poder de elegir al ministro de Defensa durante los próximos ocho años.

Grupos de activistas y derechos humanos también han denunciado que se mantengan los juicios militares a civiles en caso de ataques contra las Fuerzas Armadas.

El nuevo texto enmienda el cariz islamista del anterior y, aunque los principios de la ley islámica siguen constituyendo la fuente principal de la legislación, su definición desaparece y su interpretación queda en manos del Constitucional.

De cara al referéndum, un grupo de observadores de la Liga Árabe y de la Unión Europea supervisará la votación.

No lo hará, sin embargo, el reconocido Centro Carter, que hoy informó de que su misión se limitará a seguir el proceso político en general y a abordar detalles técnicos.

En las últimas semanas, los distintos grupos han ido fijando su postura respecto a la nueva Constitución.

Los salafistas del partido Al Nur, que participaron en la reforma, han pedido votar a favor del texto, al igual que otras fuerzas no islamistas e izquierdistas.

El apoyo de los salafistas refleja la división del voto islamista, después de que otros como el excandidato presidencial y antiguo miembro de los Hermanos Musulmanes Abdel Moneim Abul Futuh hayan reclamado pronunciarse en contra.

Más enérgicos en condenar el actual proceso han sido desde el inicio la propia Hermandad y sus grupos afines, incluidos en la llamada Alianza para la Defensa de la Legitimidad, que no han dudado de tachar de "ilegítima"la nueva Constitución.

Esa coalición insistió este sábado en un comunicado en mantener la presión en las calles en contra de lo que consideran un golpe de estado y denunciaron la represión de las protestas, que en las últimas semanas se han concentrado en las universidades del país.