EE UU

El 4 de julio de Donald Trump: ¿patriotismo o electoralismo?

LA RAZÓN analiza las intenciones del presidente Donald Trump en el espectacular desfile del 4 de julio. Las claves las da el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, Robert Y. Shapiro.

Un grupo de militares practica antes del desfile del 4 de julio en el Lincoln Memorial/ AP
Un grupo de militares practica antes del desfile del 4 de julio en el Lincoln Memorial/ APlarazon

LA RAZÓN analiza las intenciones del presidente Donald Trump en el espectacular desfile del 4 de julio. Las claves las da el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, Robert Y. Shapiro.

En un escenario en el que Estados Unidos no podría tener más frentes abiertos fuera de sus fronteras, Donald Trump fascinado por el despliegue militar del Día de la Bastilla al que asistió festinado en los Campos Elíseos, decide mostrar toda su fuerza militar a través de un desfile en el que el derroche y la vanidad son factores predominantes.

Para analizar las claves de este peculiar desfile del 4 de julio y la intención del líder republicano y candidato a la reelección Donald Trump, LA RAZÓN ha hablado con el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, Robert Y. Shapiro.

¿Por qué el presidente estadounidense ha decidido organizar el 4 de julio de esta manera tan diferente?

A Donald Trump le encanta realizar una estrategia política así. Haría cualquier cosa para atraer toda la atención posible de los medios de comunicación y además, de esta manera, es también una forma en la que logra reunir a toda su base de apoyo electoral. Está copiando el tipo de desfile militar que hacen otros países, especialmente los autoritarios, como en este caso.

¿Podría causar alguna división entre la población y que muchos estadounidenses no se sientan parte del evento?

Las divisiones entre la población ya son muy amplias tal y como se encuentra la situación ahora mismo en Estados Unidos, pero no creo que este desfile militar esté agregando mucho más a estos debates. La «celebración» y las festividades del 4 de julio siempre han sido una tradición y son en gran parte locales, además de eventos en los que la gente participa activamente.

¿Podríamos encontrarnos ante otra disputa más entre demócratas y republicanos?

Sinceramente, no creo que tenga mucho que ver con nada de esto. Las personas participan en este tipo de celebraciones como lo hacen habitualmente y siempre lo han hecho, no se trata de ninguna ocasión especial. Es un día festivo o un día libre cualquiera y es ampliamente considerado como el inicio de las actividades de verano, la playa, las vacaciones, etc. Solo se trata de un día festivo más y el revuelo que ha montado, sin duda se desvanece rápidamente.