Crisis en Túnez
El antiislamista y laico Essebsi, primer presidente de la II República de Túnez
Los resultados preliminares de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tunecinas otorgan el 55,68 % de los votos al candidato laico Beyi Caid Essebsi, lo que le convierte en el primer jefe de Estado de la II República de Túnez.
Los resultados preliminares de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tunecinas otorgan el 55,68 % de los votos al candidato laico Beyi Caid Essebsi, lo que le convierte en el primer jefe de Estado de la II República de Túnez.
Según anunció hoy la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE), Essebsi se impone de esta forma a su adversario, el presidente saliente, Moncef Marzuki, que logró el 44,32 %.
A sus 89 años, Essebsi se convierte en el primer presidente electo de la II República de Túnez, que se inició con la promulgación de la nueva Carta Magna el 27 de enero de 2013.
Los comicios ponen fin al largo proceso de transición iniciado en 2011, durante la llamada Primavera Árabe, con la caída del dictador Zin al Abidín Ben Ali y que ha supuesto un desarrollo modélico para el resto del mundo árabe.
El presidente de la ISIE, Chafik Sarsar, destacó que Essebsi obtuvo 1.731.529 votos, mientras que la tasa de participación en esta segunda vuelta alcanzó el 60,11 % de los 5.300.000 inscritos en el censo electoral, lo que supone 9 puntos porcentuales menos que en la primera vuelta, celebrada en el mes de noviembre.
Tras el anuncio de los resultados, el presidente saliente dispone de un plazo de 48 horas para interponer recurso ante el Tribunal Administrativo, y en caso de que no haya impugnaciones los resultados de hoy serán definitivos y la transmisión de poderes podrá tener lugar 26 días después.
No obstante, Aida Klibi, responsable de comunicación de Essebsi, aseguró a Efe que el partido Nidá Tunis iniciará los preparativos para la formación del nuevo Gobierno tras el anuncio oficial: "Porque no tenemos ni un minuto que perder", dijo.
En esta línea, el primer ministro, Mehdi Yumá, aseguró a los medios que "la transmisión de la presidencia del Gobierno será como muy tarde en febrero", siguiendo lo estipulado en la Constitución.
De forma oficial, terminada la transmisión de poderes el nuevo presidente de Túnez tendrá que ordenar al partido vencedor en las legislativas, su propia formación Nidá Tunis, el nombramiento de un presidente de Gobierno, el cual formará el Ejecutivo, que tendrá que ser refrendado por la Asamblea de Representantes del Pueblo.
Essebsi desapareció de la vida pública durante veinte años hasta que las primeras revueltas de la Primavera Árabe lo devolvieron a la primera línea del convulso escenario político tunecino con el inicio de una transición democrática.
Tras la caída del Gobierno del longevo primer ministro de Ben Alí, Mohamed Ganuchi, por la presión de la calle, ocupada por miles de jóvenes, Essebsi lideró el Ejecutivo desde el 27 de febrero hasta el 24 de diciembre de 2011, cuando fue sustituido por el primer ministro islamista, Hamadi Yabali.
En esos meses de "revolución"Essebsi se encargó de organizar las primeras elecciones democráticas, transparentes y libres de Túnez, de las que salió una Asamblea Nacional Constituyente que debía redactar una nueva Carta Magna.
Tras abandonar la jefatura del Gobierno, Essebsi anunció la creación de un partido político, Nidá Tunis, para posibilitar una alternancia democrática frente a los islamistas del partido Al Nahda, que habían ganado las elecciones para la Constituyente.
Hoy, mientras el ISIE preparaba la proclamación de los resultados de las primeras elecciones presidenciales libres y pluralistas de la historia del país, tuvo lugar en la región de Gabes, situada en el sureste, una manifestación de jóvenes simpatizantes de Marzuki, a quien apoyan militantes de las diferentes líneas del islam político tunecino, que protestaban por la victoria de Essebsi.
La manifestación que se inició con varios cientos de jóvenes fue aumentado hasta llegar a congregar a varios miles de personas, y las fuerzas antidisturbios emplearon gases lacrimógenos de forma masiva, causando problemas respiratorios a varios manifestantes.
Según aseguraron a Efe testigos presenciales, durante los disturbios los manifestantes incendiaron una comisaria de policía y un cuartel de la Guardia Nacional y destruyeron mobiliario urbano público.
Las fuentes subrayaron que los disturbios han continuado incluso después de que la policía abandonase el pueblo y un contingente de las Fuerzas Armadas se ha desplazado hasta el lugar de los hechos.
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