Suecia
El debate presupuestario amenaza con derribar el Gobierno sueco
El borrador presentado por los socialdemócratas será rechazado si la ultraderecha apoya el proyecto de la oposición
Suecia se precipita hacia la crisis política dos meses y medio después de acudir a las urnas. El primer ministro, el socialdemócrata, Stefan Löfven, dio anoche por rotas las negociaciones con la oposición conservadora sobre el Presupuesto de 2015. “No hay nadie al otro lado de la mesa, así que no tiene sentido seguir con las conversaciones”, lamento el ex líder sindical, que horas antes se mostraba dipuesto a reenviar el proyecto de ley a la comisión presupuestaria del Parlamento si la oposición aceptaba negociar uno nuevo.
Ahora la pelota está en el Riksdag (Parlamento), que se dipone a debatir en las próximas horas tres borradores de presupuestos: el presentado por el Gobierno rojiverde, el de la Alianza (coalición de los cuatro partidos que gobernaron Suecia hasta octubre) y el de la formación ultraderechista Demócratas Suecos (SD). Como este último texto será rechazado en primera votación, los ultras anuncian que jugarán el papel de árbitro que le dieron los electores al convertirlos en tercera fuerza parlemantaria y respaldarán el proyecto de la oposición. De ser así, Löfven ha advertido de que dimitirá antes de tener que aplicar las cuentas públicas de la oposición. “Veremos qué sale del debate parlamentario y decidiremos después”, explica el primer ministro. En total, el borrador del Ejecutivo, que cuenta con apoyo del Partido de la Izquierda, sumaría 169 votos, frente a los 190 de la oposición.
Desde la oposición, entre tanto, Anna Kinberg Batra, portavoz de economía del Partido Moderado, confirma que el centro derecha presentará su propio presupuesto para “no abandonar a sus votantes” después del constatar el fracaso de las conversaciones con el Gobierno. En la misma línea, la líder del Partido de Centro, Annie Lööf, recordó al diario “Expressen” que “no estamos preparados para renegociar nuestro presupuesto, que, según nuestra opinión, es el mejor para Suecia”.
Para Löfven, en cambio, esta decisión desacredita a la derecha, que acepta los votos de SD para tumbar al Ejecutivo. "¿Está el centroderecha listo para colaborar con el Gobierno o quiere gobernar con SD?”, se preguntó en rueda de prensa el líder socialdemócrata, que llamó a dejar atrás la campaña electoral y buscar “lo mejor” para Suecia. El líder provisional de la extrema derecha (Jimmie Akesson se encuentra de baja por estrés), Mattias Karlsson, basa el sentido de su voto en el hecho de que tanto la derecha como la izquierda han ignorado a su partido y ni siquiera le han convocado a participar en las negociaciones presupuestarias.
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