Terrorismo

El Estado Islámico insta a atacar con camiones de gran tonelaje

Análisis. Considera que es muy fácil hacerse con vehículos de este tipo y que se pueden causar auténticas «carnicerías entre los infieles»

Imagen de un camión en la revista yihadista
Imagen de un camión en la revista yihadistalarazon

Considera que es muy fácil hacerse con vehículos de este tipo y que se pueden causar auténticas «carnicerías entre los infieles»

El Daesh, el Estado Islámico (EI), recomienda en el número 3 de la revista «Rumiyah» («Roma») cometer atentados con camiones de gran tonelaje, como el perpetrado el pasado 14 de julio en Niza, porque «son como cuchillos y extremadamente fáciles de adquirir. Pero, a diferencia de las armas blancas, que pueden ser motivo de sospecha si las encuentran en nuestro poder, los vehículos no representan ese problema debido a su uso generalizado en todo el mundo». La referencia al cuchillo se debe a que en el número dos de la citada publicación incitaban a matar con este tipo de instrumentos.

«El uso de un camión es uno de los métodos más completos de ataque, ya que presenta la oportunidad del terror justo (sic) para cualquier persona que posea la habilidad de conducir un vehículo», agregan. «Es una de las más seguras y fáciles armas que se pueden emplear contra los infieles, uno de los métodos de ataque más letales y de mayor “éxito en la recolección” de gran número de infieles».

Después, explican que «adquirir un vehículo es una tarea sencilla. No obstante, el tipo de vehículo y sus especificaciones técnicas son factores sumamente importantes para asegurar el éxito de la operación: los vehículos más pequeños no producen el nivel de carnicería que se busca. Del mismo modo, otros, incluidos los de cuatro ruedas motrices, carecen de los atributos necesarios para causar una matanza. Los vehículos más pequeños tienen falta de peso y el espacio de rueda requerido para aplastar a muchas víctimas». Así aleccionan al lector.

«El tipo de vehículo más apropiado para la operación –concluyen– es un gran camión de carga que logrará miseria y destrucción a los enemigos de Alá, demostrando una lección inolvidable para todos los obstinados empeñados en participar en la guerra contra el Estado Islámico», añaden.

Sobre los «infieles», los dirigentes del Daesh dicen que «hay que castigarlos severamente y masacrarlos violentamente para que otros enemigos de los árabes y no árabes estén aterrorizados; y los castigados y masacrados se conviertan en una lección para los demás enemigos y en adelante tengan cuidado».

Incluyen su propia «teorización» del crimen: «cuando se trata de iniciar un ataque, es importante definir el objetivo. El ataque de uno puede ser la cosecha de un gran número de muertos. Puede estar dirigido a perturbar la estabilidad financiera de una nación específica. Puede servir simplemente para aterrorizar a los enemigos de Alá y privarlos de un sueño tranquilo. En consecuencia, como el objetivo del ataque varía, el mujahidin (combatiente) debe elegir el método que mejor se adapte a la operación de que se trate».

Los autores del manual de utilización del camión como arma terrorista parecen recrearse con el resultado final de este tipo de acciones criminales, al imaginar a decenas o cientos de «infieles bajo las ruedas del vehículo y el chasis; y dejando atrás un rastro de carnicería».

El hecho de que en el número anterior de «Rumiyah» incluyeran el «manual» sobre el uso del cuchillo para degollar a los «infieles» demuestra las intenciones de los terroristas yihadistas contra Occidente.

Aconsejaban como objetivos de los futuribles atentados a «infieles borrachos en una calle tranquila; el que trabaja en turno de noche; alguien que camina solo en un parque público o área boscosa; o alguien cerca de una discoteca o en otro lugar de libertinaje».

«Aplastar las cabezas y los cuerpos»

El Daesh recomienda a los suyos que usen como arma los camiones de gran tonelaje por su capacidad de «cosechar» grandes cantidades de víctimas si se utilizan «adecuadamente». «Esto se demostró magníficamente en el ataque lanzado por el hermano Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, que viajó a la velocidad de aproximadamente 90 kilómetros por hora, con su vehículo de carga de 19 toneladas, en Niza, el Día de la Bastilla. Hay que sumergirse a gran velocidad en una gran concentración de infieles, destrozando sus cuerpos. Con el marco exterior del vehículo, avanzando hacia adelante, aplastando sus cabezas, torsos y extremidades».