El Futuro de Venezuela
El futuro venezolano se decide en Oslo
Guaidó y Maduro confirman que han enviado a varios representantes a Noruega para abordar las bases de una posible negociación política. Los primeros contactos se han formalizado a través de intermediarios
Guaidó y Maduro confirman que han enviado a varios representantes a Noruega para abordar las bases de una posible negociación política. Los primeros contactos se han formalizado a través de intermediarios.
Nicolás Maduro se muestra fuerte por televisión. Otros integrantes de su Gobierno repiten la frase «leales siempre, traidores nunca» y se retratan defendiendo que la revolución bolivariana será «hasta el dos mil siempre». Pero tras bastidores, el gobernante no se muestra tan ganador. Una comisión que lo representa está en Oslo, Noruega, participando en acercamientos discretos con opositores enviados por Juan Guaidó. Hasta ahora, no ha habido encuentros directos entre las delegaciones. Ambas, convocadas por el Ministerio de Exteriores noruego, conversan inicialmente con los facilitadores que ese país ha dispuesto para ahondar en opciones para una negociación política. El país nórdico es uno de los pocos de Europa que en febrero evitó reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, pero sí llamó a que a través de diálogos se acordaran nuevos comicios presidenciales.
Por el lado de Maduro, asisten el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, uno de los mayores operadores políticos del chavismo, famoso por gustar de las intrigas, y el gobernador Héctor Rodríguez, la más importante figura joven del régimen. Por el lado opositor, asisten Gerardo Blyde, un respetado abogado constitucionalista y ex diputado; Fernando Martínez Mottola, asesor de Guaidó y ex presidente de la estatal telefónica en los años 90; y Stalin González, el segundo vicepresidente del Parlamento venezolano. Fuentes consultadas por LA RAZÓN afirman que el Gobierno noruego convocó a los actores para explorar salidas políticas a la crisis que parece estancada en Venezuela, con un presidente de legitimidad cuestionada y poco respaldo popular, y un líder opositor reconocido por más de 50 países como «presidente interino» al ser la cabeza del poder legislativo que afirma existe una usurpación de las riendas del Estado.
Previamente, enviados noruegos que intervinieron en el proceso de paz colombiano viajaron a Caracas para convencer a tirios y troyanos de participar de conversaciones. Según los informantes, la ruta que defienden los enviados de Guaidó parten de la misma que se ha dicho públicamente: la necesidad de cesar la dictadura, conformar un gobierno de transición y llegar a unas elecciones libres.
Las conversaciones transcurren en un lugar secreto y se esperaba que terminaran ayer con algunos avances y una posible agenda de trabajo subsiguiente. Una de las portavoces de la diplomacia de Noruega, Ane Haavardsdatter Lunde, dijo que «no podemos confirmar ni desmentir la implicación noruega en procesos de paz o iniciativas de diálogo». Fuentes del Gobierno informaron al medio local NRK que se trataría de la segunda vez que se dan los encuentros en Oslo, tras un primer acercamiento ocurrido en La Habana. Y Cuba juega un rol fundamental. Desde hace tres días, el vicecanciller de la isla Marcelino Medina realiza una gira, cuya escala en Noruega ha coincidido con las reuniones entre el gobierno y la oposición venezolanas en aquella ciudad. El representante ante la ONU de Maduro, Jorge Valero, confirmó el diálogo: «Hay una oposición que puede clasificarse como democrática, pero hay otra que son simplemente títeres del imperio de EE UU», señaló a reporteros en Ginebra. «Puedo confirmar que hay diálogos, pero no puedo entrar en detalles».
Guaidó escribió en Twitter que el «Grupo de Contacto, Canadá, Reino Unido, Noruega, Grupo de Lima, ademas de otras iniciativas, nos apoyan para lograr una solución a la crisis». El martes indicó que Noruega lleva meses intentando aproximaciones y deslizó que una comisión suya estaba conversando con ese país, y ayer confirmó las actividades en Oslo. Además, anunció que sostendría encuentros con los delegados del Grupo de Contacto que están en Venezuela. Esa iniciativa de la UE, en la que participan países como Uruguay y México, busca sentar bases para lograr una salida electoral, para lo cual el primer paso sería la reforma del CNE que controla Maduro. Guaidó ha insistido en que no se prestará a un nuevo «falso diálogo» y en que no puede haber elecciones con Maduro en el poder.
El analista Oswaldo Ramírez evalúa que sin negociaciones no es posible resolver la crisis venezolana, a pesar de la «satanización» de la palabra diálogo, tras al menos cuatro ocasiones anteriores en que las conclusiones han sido un gobierno estabilizado y una oposición dividida. «Hay tres hipótesis: que se logre una transición que involucre a actores de ambos sectores, con justicia transicional; que alguien con más fuerza trate de imponerse (incluyendo actores que se sientan excluidos) y determinar hacia dónde se orienta el proceso. Y que esto quede en punto muerto».
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