El gobernador de Gibraltar adelanta su despedida tras sus roces con Picardo

El gobernador de Gibraltar, James Dutton, ha decidido abandonar este cargo tras permanecer en el mismo algo menos de dos años y después de los roces que, según algunos medios británicos, ha tenido con el ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo.

Dutton, en declaraciones a los periodistas, ha anunciado que dejará el cargo a finales de septiembre y adelantará un año su salida del Peñón, ya que en principio el puesto de gobernador se desempeña durante tres años prorrogable a uno más

Este representante, que dirigió las tropas británicas en Afganistán, ha explicado que se trataba de una decisión que había adoptado por razones puramente personales y profesionales y que "no tiene nada que ver con el Peñón o con el extraordinario pueblo gibraltareño".

Una nota de prensa del Gobierno gibraltareño se hace eco de esas palabras, avanza que su sustituto será anunciado pronto y recoge también las declaraciones de Picardo en ese acto.

En ellas ha elogiado la labor de Dutton como "firme defensor de Gibraltar"y ha asegurado que su relación ha sido cada vez más estrecha y han trabajado extraordinariamente juntos.

Sin embargo, los medios citados subrayan que han tenido durante el último año numerosos puntos de fricción, entre ellos el papel del gobernador y su relación con las autoridades locales gibraltareñas.

Uno de los principales problemas citados fue la propuesta de nombramiento del Fiscal General de Gibraltar, cargo que por primera vez en muchos años va a desempeñar un gibraltareño.

Picardo impuso su posición en este nombramiento para que fuera desempeñado por el hasta ahora asesor legal de su gobierno, Michael Llamas, frente a las tesis favorables de que el nuevo fiscal debía de proceder del Reino Unido.

También apuntan a una difícil relación con el Ministerio de Exteriores británico, del que depende, y su incomodidad ante las críticas recibidas por parte de los sectores más radicales próximos al gobierno gibraltareño al considerar que tuvo una reacción más que tibia ante las que consideran incursiones españolas e aguas del Peñón.