Nicolas Sarkozy
El Gobierno francés sabía que el teléfono de Sarkozy se había pinchado
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, admitió hoy que el Ejecutivo conocía que los jueces habían ordenado pinchar el teléfono de Nicolas Sarkozy, pero negó que estuviera al tanto del contenido de esas escuchas.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, admitió hoy que el Ejecutivo conocía que los jueces habían ordenado pinchar el teléfono del expresidente Nicolas Sarkozy en el marco de una investigación por corrupción, pero negó que estuviera al tanto del contenido de esas escuchas.
El jefe del Gobierno señaló en la cadena France 2 que tanto a él como a la ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira, solo se les informó del seguimiento el 26 de febrero, día de la apertura de la investigación judicial contra Sarkozy.
Ayrault insistió en que nunca se les comunicaron las informaciones conseguidas e hizo hincapié en que los jueces trabajan con total independencia, "pueden decidir en cualquier momento a quién ponen bajo escucha y no tienen que rendir cuentas".
El semanario satírico "Le Canard Enchainé", según se difundió hoy, publica en su edición de mañana que tanto Taubira como el ministro francés del Interior, Manuel Valls, conocían tanto que los jueces habían ordenado el seguimiento como el contenido del mismo.
De acuerdo con esa publicación, la Fiscalía envió a Taubira el 26 de febrero un resumen de las conversaciones telefónicas grabadas por los magistrados.
A través de su cuenta en la red social Twitter, el semanario satírico afirma que Valls también estaba al corriente de que los jueces habían ordenado pinchar el teléfono con el que Sarkozy se comunicaba con su abogado.
Taubira había negado esta semana en la cadena de televisión TF1 conocer que el teléfono del expresidente estaba siendo seguido por los jueces.
"Le Canard Enchainé", que señala que Sarkozy utilizaba una identidad falsa en esas conversaciones, hace estas revelaciones cuando la oposición conservadora había preguntado al Gobierno socialista si estaba al corriente de estas actuaciones judiciales.
El presidente de la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, preguntó directamente si el jefe del Estado, François Hollande, conocía que el teléfono de su predecesor estaba pinchado y, en un comunicado, subrayó que el caso es de "una gravedad excepcional", que cuestiona incluso el Estado de derecho.
Los diputados conservadores pidieron también una comisión parlamentaria de investigación para aclarar este caso.
El vespertino "Le Monde"reveló el pasado viernes que dos jueces habían pinchado el teléfono de Sarkozy en el marco de una investigación sobre la presunta financiación de su campaña presidencial de 2007 con dinero del dictador libio Muamar el Gadafi.
Las escuchas de esas conversaciones, en las que Sarkozy hablaba con su abogado, sacaron a la luz indicios de un presunto delito de tráfico de influencias y de revelación de secretos de sumario.
Según "Le Monde", de las escuchas se desprende que el abogado de Sarkozy era informado por un magistrado del Supremo de los avances en el caso sobre la financiación de la campaña con dinero de la heredera del imperio cosmético L'Oréal, Liliane Bettencourt.
A cambio, ese juez había pedido la intervención del ex jefe del Estado para obtener un puesto en Mónaco.
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