ONU
El «martillo de Thor» preside la Asamblea General de la ONU
Esta batuta es con la que se dirigen la sesiones en la sala, que a pesar de no tener una apariencia pacífica se usa para conciliar el orden y la paz
Esta batuta es con la que se dirigen la sesiones en la sala, que a pesar de no tener una apariencia pacífica se usa para conciliar el orden y la paz.
Puede que se haya fijado que en las sesiones que tienen lugar en la Asamblea General de la ONU hay un elemento fijo que aunque varíen los presidente y los jefes de Estado permanece inmóvil en la sala. No se trata del atril ni el salón de color verde en el que pronuncian sus discursos. Es el martillo de Thor, la batuta con la que se dirigen la sesiones en la sala, que a pesar de no tener una apariencia pacífica se usa para conciliar el orden y la paz.
Para entender por qué se usa esta maza, es necesario echar la vista atrás y remontarnos al año 930, a Islandia. El país nórdico convocó ese año por primera vez un Althing, el "abuelo"de los parlamentos modernos, convirtiendo a Islandia en lo que se cree la democracia más antigua del mundo. Es por ello, que a medidos del siglo XX, el país nórdico decidió armar al parlamento mundial con un auténtico martillo islandés.
Entre las funciones del mazo del presidente figura el anuncio del inicio y el fin de las sesiones, la aprobación del orden del día, la elección de cargos y la adopción de resoluciones, e incluso para solicitar silencio en el salón. A diferencia de las salas de conferencias de la ONU donde se usa un pequeño martillo de madera de medidas estándar, la maza de la Asamblea General es una enorme pieza tallada de color pardo.
Un martillo con historia
El martillo de Thor ha sido y es testigo de la historia. Su sonido ha intentado silenciar a aquellos mandatarios que se alargaban en sus discursos o callar a otros que elevaban el tono de voz. Entre las anécdotas que acumula está su primera portada en 1960 cuando se le quebró al presidente de la Asamblea por aquel entonces, el irlandés Frederick Boland cuando intentaba calmar al líder soviético Nikita Kruschev y evitar que golpeara su zapato contra la mesa. “Había un ruido increíble en el auditorio y Boland golpeó el escritorio con su martillo para imponer silencio, pero lo rompió”, recoge la página oficial del organismo multilateral.
Aunque se recibieron varios mazos de varios lugares del mundo, la ONU pidió a Islandia que fabricara una copia exacta del martillo roto. A diferencia del mazo original, la copia ha aguantado el uso durante casi medio siglo. Sin embargo, en 2005 desapareció y ya entonces se encargó a unas de las talladoras más famosas de Islandia un nuevo ejemplar que es el que servirá para dirigir a los mandatarios esta semana.
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