Nicaragua

El miedo provoca el éxodo de miles de nicaragüenses hacia Costa Rica por la crisis

Más de 23.000 piden asilo en el país vecino, que prepara planes de emergencia para darles acogida

Familias enteras se han visto obligadas a cruzar la frontera entre Costa Rica y Nicaragua ante la brutal represión del Gobierno de Daniel Ortega / Reuters
Familias enteras se han visto obligadas a cruzar la frontera entre Costa Rica y Nicaragua ante la brutal represión del Gobierno de Daniel Ortega / Reuterslarazon

Más de 23.000 piden asilo en el país vecino, que prepara planes de emergencia para darles acogida.

Desde que comenzara la crisis sociopolítica en Nicaragua, Costa Rica ha sido el destino del éxodo de migrantes nicaragüenses que «escapan» de su país por miedo a ser asesinados o perseguidos. Hasta la fecha, según informó la ONU, al menos 23.000 personas han intentado obtener asilo en el país vecino desde abril. Una cifra que sigue creciendo día a día. William Spindler, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), detalló en una rueda de prensa en Ginebra que el número de solicitudes de refugio en Costa Rica «aumentó exponencialmente» tras el comienzo de la represión en Nicaragua.

Dennise Gutiérrez, estudiante universitaria en Nicaragua, escapó a Costa Rica debido a la violencia que se registraba en su ciudad natal, Carazo, uno de los lugares donde se ha vivido más represión por parte del régimen. «Yo vivía cerca de una de las empalizadas más resistentes del país. Cada vez que los paramilitares atacaban por las noches, las balas caían en mi casa. Mi familia tenía miedo a que saliera, porque secuestraban a cualquiera por el hecho de ser joven o porque me podía alcanzar una bala perdida. No se podía vivir tranquilo», expresa.

Gutiérrez lleva más de un mes erradicada en Costa Rica y todavía está en proceso de legalización en el país. Como muchos jóvenes nicaragüenses, su familia tuvo que quedarse en su país. «Venir es duro, pero uno se pone a pensar qué habría pasado de seguir viviendo en Nicaragua... Qué habría pasado de haber estado en el lugar incorrecto... Estaría muerta», se lamenta convencida.

Según la ONU, muchos de los nicaragüenses que han emigrado viven en los hogares de compatriotas que ya residían en Costa Rica antes de la crisis. Sin embargo, a muchos otros se les puede encontrar durmiendo en las calles de la capital San José debido a la falta de recursos.

Ante esta situación el Gobierno habilitó dos refugios para migrantes en La Cruz, zona fronteriza con Nicaragua –a cuatro horas de la capital– y en Golfito, ciudad fronteriza con Panamá –a siete horas de la capital–. A este último, el 19 de julio fueron trasladadas 32 personas que habitaban en el parque La Merced, en San José. Sin embargo, tras permanecer 15 días en este centro de acogida, al menos 31 lo han abandonado por su propia cuenta. Según los responsables del refugio, los migrantes se fueron porque aseguraban que se sentían «en medio de la nada» y con pocas posibilidades de empleo.

Según Acnur, en Costa Rica se reciben diariamente 200 solicitudes de refugio en las oficinas de migración. Sin embargo tienen previsto aumentar sus recursos para poder gestionar unas 500 solicitudes diarias debido al aluvión de llegadas de las últimas semanas.

Por su parte, las autoridades nicaragüenses no han brindado cifras oficiales de cuántas personas han realizado ya los trámites para salir del país y se desconocen las cifras de nicaragüenses refugiados. Según las autoridades costarricences, casi 8.000 peticiones de ciudadanos nicaragüenses han sido concedidas desde el 18 de abril, cuando estalló la crisis. Además, otros 15.000 ya tienen cita para registrarse en cuanto se desbloqueen los centros de Costa Rica.

Acnur llamó también la atención sobre el hecho de que si bien Costa Rica recibió la mayoría de solicitudes de asilo, Panamá, México y Estados Unidos también han recibido migrantes nicaragüenses. Hasta la fecha, las asociaciones de derechos humanos han contabilizado más de 400 muertos y 2.000 heridos debido a las protestas en contra del Gobierno. Además, alrededor de 1.900 personas están encarceladas.

La crisis preocupa ya en toda la región. Prueba de ello es que la Organización de Estados Americanos (OEA) votará hoy una resolución impulsada por ocho países (Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Chile, Perú, Brasil y Argentina) para crear una «comisión especial» que «busque soluciones pacíficas» a la crisis en el país.