Rescate a Grecia

El Parlamento griego cede y aprueba el rescate

Tsipras en la sede del Parlamento, en Atenas
Tsipras en la sede del Parlamento, en Atenaslarazon

Syriza se rompe y pierde el apoyo de una cuarta parte de sus diputados. El respaldo de la oposición, clave para salvar el acuerdo y a Tsipras.

El drama griego alcanzó su punto álgido ayer de madrugada ante la votación del primer paquete de reformas. El Parlamento heleno aprobó esas medidas con 229 votos a favor, gracias al apoyo de la oposición moderada, y 64 en contra. La crucial votación, sin embargo, puso de manifiesto el resquebrajamiento del Gobierno izquierdista, que dio la espalda al primer ministro, Alexis Tsipras, al que le faltó el apoyo de 39 de los diputados de Syriza. 32 votaron en contra, 6 se abstuvieron y uno no se presentó. Entre los que votaron «oxi» (no) al acuerdo estaban: el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis (a quien abuchearon en su propio grupo tras emitir su voto a mano alzada), la presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou, el ministro de Energía y líder del ala radical de Syriza, Panayotis Lafazanis, y el economista Kostas Lapavitsas. Por su parte, el líder del socio menor de la coalición, Panos Kamenos, votó a favor del acuerdo, una decisión que levantó el aplauso en la bancada de Syriza, tras dejar en el aire su posición hasta el último momento.

Las tres opciones de Tsipras

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó que tenía tres opciones en la negociación con los socios, aceptar el acuerdo actual, una quiebra desordenada del país o su salida de la eurozona.

“Las opciones específicas que tenía frente a mí eran: uno, aceptar un acuerdo con el que estoy en desacuerdo; la segunda, la quiebra desordenada, y teníamos una tercera opción, el ‘grexit’ (salida de Grecia del euro) consensuado de Schäuble”, dijo Tsipras en el Parlamento.

En su intervención, previa a la votación sobre las reformas acordadas con los socios, de la que depende el inicio de las negociaciones sobre el tercer rescate, Tsipras recalcó que será el “último” en eludir sus “responsabilidades” y también “el último que facilitará la caída de un Gobierno de izquierdas”.

Recalcó que no cree en el acuerdo firmado este lunes en el Consejo Europeo, pero aseguró que el Gobierno se ve “obligado a ponerlo en práctica”.

Señaló que su Gobierno puede hacer “mucho” para “rectificar las injusticias” y añadió que luchará hasta el final y que espera el respaldo del grupo parlamentario de Syriza en su mayoría.

“Yo no haría un favor a nuestros rivales para convertirse en un pequeño paréntesis en el tiempo”, dijo en alusión a declaraciones del conservador Nueva Democracia, que dijo que el Gobierno izquierdista sería un paréntesis en la historia.

El jefe del Gobierno heleno recalcó que ha logrado “la promesa” de que “a partir del otoño habrá una negociación sobre la reestructuración de la deuda para después de 2022” y aseguró que los socios europeos “por primera vez examinan la reestructuración”.

Dijo que era necesario evitar la salida del euro para que haya inversiones en Grecia, sin las cuales “sabemos que no hay posibilidad de crecimiento”.

“Nuestro Gobierno hará todo lo que pueda en contra de la evasión fiscal y la corrupción y al mismo tiempo, intentará suavizar las consecuencias nefastas” del acuerdo, aseguró Tsipras, que agregó que el “mayor adversario” del Ejecutivo está en el interior del país y son las “las fuerzas de la oligarquía” que han actuado estos años bajo la connivencia de los gobiernos anteriores.

El primer ministro aseguró que no intentará “embellecer la situación como hicieron mis predecesores. Quiero decir que a pesar de las dificultades habrá muchas cosas a favor de los más pobres”.

Tsipras afirmó que su Gobierno podrá mantenerse en pie, porque, dijo “los gobiernos caen cuando pierden el apoyo de la sociedad y del Parlamento” y aseguró que ese no es su caso.