Política

Oriente Medio

El Plan del Siglo de Trump descarta la creación de un Estado palestino

El nuevo proceso de paz que apadrina la Casa Blanca apuesta por mejorar las condiciones de vida de los árabes y dar más autogobierno.

Saludo efusivo entre Netanyahu y Trump en su reciente visita a la Casa Blanca
Saludo efusivo entre Netanyahu y Trump en su reciente visita a la Casa Blancalarazon

El nuevo proceso de paz que apadrina la Casa Blanca apuesta por mejorar las condiciones de vida de los árabes y dar más autogobierno.

Tras la clara victoria del primer ministro, Beniamin Netanyahu, en las elecciones generales del pasado martes en Israel, la gran incógnita pendiente se cernía sobre los pormenores del Plan del Siglo anunciado a bombo y platillo por el presidente norteamericano Donald Trump, cuya pretensión es poner fin al longevo conflicto palestinoisraelí.

Según informó The Washington Post, fuentes conocedoras de los planes de Trump revelaron que la propuesta de la Casa Blanca pretende impulsar una mejora de las condiciones de vida y económicas de los palestinos, pero evitando la creación de un Estado independiente árabe junto a Israel. A pesar de que Netanyahu enfatizó durante la campaña su oposición férrea a desmantelar asentamientos judíos e incluso apostó por aplicar la soberanía israelí sobre Cisjordania, el presidente de Estados Unidos felicitó al premier israelí tras la victoria y comentó: «Creo que hay opciones para la paz, y todavía más tras la victoria de Bibi».

El yerno de Trump, Jared Kushner –que representó a su país en la polémica inauguración de la Embajada de EE UU en Jerusalén–, será el encargado de dar los detalles del plan, que lleva dos años en proceso de gestación. A pesar del enorme secretismo, oficiales norteamericanos ya sugirieron que se distanciaría del tradicional posicionamiento de Washington, favorable a la solución de los dos Estados durante las últimas dos décadas. Una posición duramente defendida por el ex secretario de Estado con Obama, John Kerry. En su lugar, favorecerá la «autonomía», e impulsará inversiones de billones de dólares procedentes de países árabes del Golfo. Al parecer, Trump pretende poner especial énfasis en su plan en las preocupaciones israelíes sobre seguridad, pero los expertos vaticinan escasas opciones de éxito. La percepción entre el liderazgo del mundo árabe y algunos líderes europeos es que Washington ha sido excesivamente favorable a Israel en los últimos tiempos, ejemplificado con el traslado de la Embajada a la ciudad santa, el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán –territorio en disputa con la vecina Siria–, o el nombramiento del embajador David Friedman, que no esconde su simpatía por las colonias judías en Cisjordania.

Kuschner lidera el proceso

En una entrevista televisiva en Sky News, Kushner describió «los cuatro pilares del plan»: libertad, respeto, seguridad y oportunidad. «Queremos que la gente tenga dignidad y se respeten unos a otros», dijo. El yerno del líder estadounidense ha hecho especiales esfuerzos en convencer de los beneficios de la propuesta al príncipe heredero de Arabia Saudí Mohamad Bin Salman, con el que el yerno del presidente norteamericano mantiene buenas relaciones.

Ante la confusión y la falta de concreción del Plan del Siglo, Ely Karmon, investigador del instituto de política y estrategia IDC de Israel, comentó a LA RAZÓN que «ojalá supiera que incluye, todo está plagado de fake news. De lo publicado hasta ahora, los palestinos no aceptaran nada, y con justicia. Simplemente, permitirá a Netanyahu decir que lo acepta, pero con condiciones».

Un alto oficial de la Casa Blanca dijo que estudiaron los esfuerzos de paz del pasado y consultaron a las partes implicadas y otros actores regionales. «Obtuvimos el reconocimiento de que los intentos pasados fracasaron. Nuestro posicionamiento no esconde la realidad. En su lugar, dice la verdad», señaló. Con una Autoridad Nacional Palestina (ANP) que anunció su boicot a Washington tras el traslado de su «mbajada a Jerusalén, el jefe negociador norteamericano, Jason Greenbalt, tuiteó apelando al presidente palestino Mahmud Abas que «es un plan realista que traerá prosperidad, aunque suponga compromisos».

Akram al-Issa, jefe de relaciones internacionales de la Organización por la Liberación de Palestina (OLP), declaró a LA RAZÓN que «el plan evita reconocer un Estado palestino en Gaza y Cisjordania, y confirma las buenas relaciones con Netanyahu, que se opone a los dos Estados. Para nosotros era una cuestión de tiempo. Solo añade más leña al fuego». Y prosiguió sobre la hoja de ruta: «debemos seguir presionando a la comunidad internacional. Ya que la ONU aceptó a Palestina como Estado observador, debe reconocer que merecemos un Estado basado en las fronteras de 1967, que está incluido en la resolución 242».

Mientras, ex mandatarios de peso europeos replicaron a la filtración de los planes de Trump en una misiva enviada al rotativo «The Guardian», criticando el posicionamiento de Washington y exigiendo a la Unión Europea que rechace la propuesta a menos de que no favorezca las demandas palestinas. «Ha llegado el momento de favorecer nuestros parámetros para la paz en Israel y Palestina», señaló la misiva. Para los firmantes, las naciones europeas deberían rechazar cualquier plan que no incluya Jerusalén Este como capital del «stado palestino, uno de los pilares fundamentales sobre los que giraron anteriores negociaciones bilaterales, que están completamente congeladas desde 2014. Los 31 ex ministros de Exteriores de la UE que firman esta carta aseguran compartir la frustración de Estados Unidos por el estancamiento del proceso de paz pero insisten en que renunciar a la solución de los dos Estados no es la salida al bloqueo.

El hartazgo general se ha instalado también entre la sociedad israelí que se resigna a mantener el status quo ante la falta de alternativas viables. Tanto es así que en las recientes elecciones generales en Israel el conflicto apenas se debatió en la campaña.