Estados Unidos

El show de Trump debe continuar

El magnate y candidato en la carrera de los republicanos por la nominación intenta mantener a toda costa el personaje que ha creado de sí mismo

Donald Trump participa en el programa "Saturday Night Live"
Donald Trump participa en el programa "Saturday Night Live"larazon

El magnate y candidato en la carrera de los republicanos por la nominación intenta mantener a toda costa el personaje que ha creado de sí mismo

Había demasiadas expectativas. La historia se podía contar de demasiadas maneras. Donald Trump en el programa "Saturday Night Live". El hombre de negocios que va primero en las encuestas de candidatos conservadores a presidente en el canal de televisión liberal NBC, que, además, le quitó el programa por sus comentarios racistas. A esto se une que durante toda la semana se había presionado a los ejecutivos de la cadena para que cancelasen el programa o llamasen a otro invitado. Además, a la puerta del estudio, en Manhattan, le esperaron una serie de manifestantes, en su mayoría hispanos, que pedían el boicot del espacio por sus declaraciones en contra de los mexicanos.

Y así, el sábado por la noche, empezó el "show". Y fue algo que Donald Trump no se puede permitir: aburrido. Quizá porque no se puede hacer en este caso una sátira de la persona, la cual es en sí misma un personaje. Al monólogo de apertura le faltó la frase maestra que hace reír al espectador. "Eres brillante, eres atractivo, eres rico, los tienes todo. El mundo espera que seas presidente. ¿Por qué presentas "Saturday Night Live? La respuesta es que no tengo nada mejor que hacer", respondió. Pero poco más. Hubo un guiño a Rosie O´Donnell, con quien tiene una pelea desde hace años, y un vídeo en el que su esposa la modelo eslovena Melania Trump hizo una anuncio como primera dama.

En estos tiempos, el espectáculo de verdad se encuentra más fácilmente en los programas de política, donde ayer Trump criticó a Ben Carson por reconocer que quería pegar a su madre. Entonces, este neurocirujano, que es en los últimos días es el líder en las encuestas del Partido Republicano, encontró a Dios, y dejó de querer golpearla. Eso sí, todavía tiene que explicar por qué se inventó que recibió una beca para la Academia Militar de West Point. Que siga el show.