Brasil

La corrupción acorrala a Temer y acerca otro «impeachment»

El Supremo abre una investigación al presidente brasileño por obstrucción a la Justicia después de que una grabación revelase un posible soborno a un ex diputado para que guardase silencio

Michel Temer deja el Palacio Jaburu en Brasilia.
Michel Temer deja el Palacio Jaburu en Brasilia.larazon

El Supremo abre una investigación al presidente brasileño por obstrucción a la Justicia después de que una grabación revelase un posible soborno a un ex diputado para que guardase silencio.

«No voy a caer». Así de tajante se mostraba ayer Michel Temer tras conocerse que el presidente brasileño habría sido grabado por un empresario que colabora con la Justicia en investigaciones sobre corrupción cuando avalaba un supuesto soborno a un ex diputado preso a cambio de su silencio. El Tribunal Supremo autorizó una investigación contra el jefe de Estado. Esta decisión le da validez legal al acuerdo de acusación y, a partir de ahora, la Procuraduría General de la República pedirá más información sobre la base de nuevos datos. La otra decisión del Supremo fue apartar del Senado a Aécio Neves. Sin embargo, negó la solicitud de arresto.

Por la tarde ante los periodistas en una comparecencia sin preguntas repetía lo mismo: «No va a poder conmigo». El mandatario dijo que no piensa «renunciar» y que es víctima de una conspiración que, a juicio del Gobierno, tiene como objetivo frenar la recuperación económica. El Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB), que es socio de Temer, evaluó en una reunión realizada ayer que la posición del presidente brasileño «es insostenible». Sin embargo, esta formación está particularmente afectada por la situación del senador Neves, también involucrado por la delación del empresario Joesley Batista, dueño de JBS, quien grabó conversaciones a solas con Temer y compromete al presidente en el caso de sobornos pagados al ex diputado Eduardo Cunha a cambio de que «cierre la boca».

«Dijo Temer que está firme y con la conciencia tranquila», indicó el senador del PSD, Sergio Petecao, aliado político del mandatario y uno de los pocos que se ha reunido con él en las últimas horas. El objeto del presunto soborno es Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara Baja, antiguo aliado del gobernante y promotor del juicio político que condujo el año pasado a la destitución de Dilma Rousseff. Según el diario «O Globo», el diputado fue filmado recibiendo una maleta con 500.000 reales (unos 160.000 dólares) enviados por Batista. En ese encuentro, señaló el citado medio, Temer también escuchó del empresario que daba a Cunha, condenado a más de 15 años de prisión por corrupción, un pago mensual en la cárcel para que permaneciera callado.

Algunos de los partidos oficialistas se pronunciaron a favor de una renuncia «inmediata» de Temer, ya pedida la noche de este miércoles por la minoritaria oposición. «Frente a la gravedad del escenario y con la responsabilidad de no dejar que Brasil se sumerja en lo imponderable, sólo nos resta la renuncia del presidente Temer», dijo el senador Ronaldo Caiado, del partido Demócratas (DEM), que integra la coalición de Gobierno. Esa posición fue respaldada por el jefe del oficialista Partido Popular Socialista en la Cámara Baja, Arnaldo Jordy, quien afirmó que el Gobierno Temer «acabó». Según Jordy, el presidente brasileño «debe pactar una salida institucional» que incluya «anticipar el proceso electoral», previsto para octubre de 2018, para «devolver a las urnas la decisión» sobre el futuro del país.

Temer también fue citado en varios de los testimonios que dieron a la Justicia los ex ejecutivos de la constructora Odebrecht en el «caso Lava Jato», pero la ley impide investigar al jefe de Estado por hechos ocurridos antes de su mandato. Sin embargo, por esta causa sí que podría enfrentar un juicio político e incluso ser procesado. Dos diputados han presentado una solicitud de «impeachment» contra el presidente, a la vez que varios opositores pidieron su renuncia y un tercera petición de juicio político fue presentada yer, informaron medios brasileros. Una eventual destitución o renuncia de Temer, sin embargo, no conduciría a nuevas elecciones presidenciales en Brasil. En caso de una doble vacancia –es decir, si dejaron el cargo tanto el presidente como el vicepresidente– durante los dos años finales del mandato, la Constitución brasileña prevé la elección indirecta del mandatario. Éste sería precisamente el caso, ya que Temer, ex vicepresidente con Rousseff, asumió el cargo tras la destitución de la ex mandataria en 2016 y finaliza su mandato en 2018.

El primero en la línea de sucesión es el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, que, además, es el encargado de dar la primera aprobación a la solicitud de «impeachment». Le siguen el presidente del Senado, Eunício Oliveira, y el de Supremo, Cármen Lúcia. Maia tendría 30 días para convocar a una elección indirecta. El nuevo presidente sería elegido por los 513 diputados y 81 senadores en sesión conjunta. Este último escándalo es tan solo la punta del iceberg. El esquema de delación premiada en Brasil ha sido clave en el avance de los juicios.