La Habana
Entra en vigor la nueva Ley Tributaria de Cuba
La ley aprobada en julio por la Asamblea Nacional actualiza el sistema tributario vigente desde 1994 con un enfoque que las autoridades califican de más "integral"y "flexible", basado en "tendencias"internacionales y actuales.
Cuba pone en vigor este 1 de enero la nueva Ley Tributaria que acompañará su "actualización"socialista, en un escenario de reformas económicas en el que el Gobierno ha llamado a rescatar la cultura fiscal del país, después de que la revolución de 1959 eliminara prácticamente la política de impuestos.
La ley aprobada en julio por la Asamblea Nacional actualiza el sistema tributario vigente desde 1994 con un enfoque que las autoridades califican de más "integral"y "flexible", basado en "tendencias"internacionales y actuales.
En general, se trata de una guía de ruta fiscal, de aplicación gradual, para las transformaciones en curso que el presidente Raúl Castro impulsa en la economía cubana, y que han abierto espacios al sector privado en los últimos dos años.
La ley contiene 19 impuestos, tres contribuciones e igual número de tasas, pero no todos esos tributos serán efectivos este año y están sujetos a que cambien las "condiciones económicas"del país, por ejemplo, en el caso del pago sobre los salarios y la propiedad de viviendas.
La lista incluye tributos a la seguridad social, al desarrollo local, por ingresos personales, utilidades, uso de fuerza de trabajo, transporte terrestre, propaganda comercial y aduaneros.
Para 2013, quedan postergados, entre otros, impuestos sobre servicios y productos en la red minorista, por el uso de playas, de aguas terrestres y por la propiedad de tierras agrícolas.
Para el sector agrario se ha establecido un "régimen especial"con beneficios fiscales que reducen hasta un 50 por ciento el tipo impositivo en comparación con otras áreas económicas, con tal de estimular la producción de alimentos, un asunto de "seguridad nacional"para el Estado por sus millonarios gastos anuales en importaciones.
Los usufructuarios de tierras ociosas, que al cierre del año eran más de 170.000 personas, quedan exonerados así de pagar por dos años al menos tres tributos obligatorios para los otros trabajadores autónomos.
Con el objetivo de impulsar también el trabajo privado, quienes comiencen en esa modalidad de empleo no pagarán una serie de impuestos relacionados con su actividad por unos 3 meses, y se aplicarán escalas progresivas según ingresos.
A diferencia de lo ocurrido en 1994, cuando el expresidente Fidel Castro introdujo impuestos como una especie de sanción contra el enriquecimiento en el emergente sector privado, Raúl Castro ha aseverado que se tratan de "un instrumento fundamental de la política económica del país".
El vicepresidente y coordinador de las actuales reformas económicas, Marino Murillo, ha insistido en que "todo el mundo tiene que pagar impuestos"aunque los cubanos no estén "acostumbrados".
Durante décadas los impuestos eran prácticamente inexistentes y los cubanos vivieron ajenos a la cultura fiscal en un país socialista, donde ahora se ha generado confusión y polémica por los gravámenes y sus perspectivas.
El Gobierno aseveró que la nueva norma debe respaldar los gastos sociales y promover una política fiscal que sí se cumpla.
En las últimas semanas la televisión estatal ha dedicado varios programas para que funcionarios del sector de finanzas expliquen los detalles y "beneficios"de la ley, pero en algunas webs oficiales, como Cubadebate, las opiniones de varios lectores siguen mostrando dudas y preocupación.
Algunos cubanos consultados por Efe en La Habana creen que se trata de una "avalancha"de impuestos en contraste con el problema de los bajos salarios, que parece no tener solución a mediano plazo y cuyo aumento el Gobierno ha supeditado a los avances productivos que logre el país.
Otro punto polémico ha sido la escala del tipo impositivo para los ingresos personales, que va de un 10 a un 50 por ciento, esta última cifra aplicable a las ganancias anuales superiores a los 50.000 pesos cubanos (unos 2.085 dólares).
Según se ha anunciado, el sistema tributario se adecuará a las particularidades de la economía, sectores o territorios en cada momento, y esas variaciones se incluirán en la ley del presupuesto anual del Estado.
Por otra parte, el nuevo sistema tributario parece dar un paso en el complejo camino hacia una unificación de la doble moneda que impera en la isla, al establecer la mayoría de los pagos en pesos cubanos, excluyendo al CUC, el peso convertible con un valor 24 veces superior y equiparable al dólar.
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