Política

Bruselas

Entre la modernización y el pasado

La Razón
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La influencia de Rusia es enorme en la vida diaria de los ucranianos. «Durante 350 años, el este de Ucrania formó parte del imperio ruso y después pasó a ser parte de la URSS a partir de 1917», explica a LA RAZÓN el analista Marco Carynnyk. Eso sí, el experto advierte de que «no hay que sobrevalorarla», pues ha notado bastantes cambios desde su independencia en 1991. Incluso habiendo directamente población rusa en el país, pues tras la hambruna de los años 30, se repobló el este con rusos. En un reciente sondeo, el 42% de los ucranianos se mostraba a favor del acuerdo con Bruselas, mientras que un 31% quería cerrar la unión aduanera con Rusia. «La mayoría de los ucranianos apuesta por acortar lazos con la UE, aunque hay muchos que creen que estamos mejor con Rusia», indica Svitlana Tuchynska, periodista de «Kyiv Post». Sin embargo, para Carynnyk la clave está en comparar dos ciudades fronterizas, una en Polonia y la otra en Ucrania. «Con cruzar a Prezmysl (Polonia) se ve la gran disimilitud: los polacos viven bien, se benefician del apoyo de la UE y de sus fondos para la reconstrucción, por ejemplo. Mientras que en Lviv, la mayoría vive en la absoluta pobreza y sólo unos pocos son extremadamente ricos. Los ucranianos palpan las diferencias y entienden los beneficios de la UE». Carynnik alude a los cinco millones de mujeres que han emigrado a España o Italia para trabajar, la mayoría como limpiadoras. «A ellas les vendría muy bien el acuerdo con la UE, tanto para su movilidad como para enviar remesas a sus familiares», asegura.

Pero «el Gobierno no presta atención a estas mujeres. El presidente está más preocupado de mirar por su propio bolsillo». Moscú no va a dejar tan fácilmente a Kiev salir de su órbita y por eso hace promesas jugosas. «Con la unión aduanera que promociona Rusia les promete una bonanza inmediata –como bajar el precio del gas–, pero es efímera», explica el investigador Roman Wolczuk en «The New York Times», pues las restricciones comerciales forman parte del esfuerzo de Putin para presionar a Ucrania a que no escoja a la UE. «Si Yanukovich quiere entregar un futuro más próspero, necesita firmar el acuerdo con la UE. Cualquier otra cosa es una traición a las esperanzas del país».