La amenaza yihadista
Europa no aplicará las medidas antiterroristas de Bataclan hasta 2018
Las trabas burocráticas y la falta de voluntad de los Estados retrasan la puesta en marcha de las iniciativas ya aprobadas.
Las trabas burocráticas y la falta de voluntad de los Estados retrasan la puesta en marcha de las iniciativas ya aprobadas.
La lucha contra el terrorismo yihadista se ha convertido en un tema prioritario de la agenda europea. La matanza perpetrada en París en noviembre de 2015 en la que murieron 137 personas y otras 415 resultaron heridas supuso un punto de inflexión en las cancillerías europeas. Desde entonces, Bruselas ha hecho propósito de enmienda y se ha afanado en sacar adelante nuevas propuestas para garantizar la seguridad e impulsar el acuerdo en iniciativas que permanecían estancadas. A pesar de los esfuerzos, la desconfianza de las capitales europeas a la hora de compartir información sensible, la burocracia y la falta de medios aconsejan no caer en la complacencia.
Datos de pasajeros aéreos
En abril del año pasado, tras una década de discusiones, el Parlamento Europeo aprobó la puesta en marcha del denominado el registro de datos de pasajeros (PNR, en sus siglas en inglés). La norma obliga a las aerolíneas a entregar a las autoridades nacionales los datos de los viajeros de todos los vuelos que llegan a territorio comunitario procedentes de terceros países (hora de llegada, método de pago y reserva, escalas...). Cada país dispondrá de su propio registro, pero ante un alerta por la posible vinculación de un pasajero con una actividad terrorista, esta información se compartirá de manera casi inmediata. Los datos permanecerán guardados durante cinco años, pero, tras los primeros seis meses, pasarán a estar enmascarados y almacenados de manera anónima. Pese al impulso definitivo que supusieron los atentados cometidos el 22 de marzo del año pasado en Bruselas, los Estados europeos disponen de dos años para poner en marcha estas unidades. Se da por supuesto que hasta mayo de 2018 el sistema no estará plenamente operativo en todos los países europeos. Reino Unido ha sido uno de los pioneros en ponerlo en marcha.
Escaneado del DNI
Otras medidas han entrado en vigor desde hace relativamente poco. Desde el 7 de abril, los documentos de identidad de los pasajeros que entran en el espacio sin fronteras Schengen a través de cualquier ruta son escaneados. Antes esta medidas sólo se aplicaban a los ciudadanos extracomunitarios y los denominados grupos de riesgo. De esta manera, quedaban excluidos los denominados combatientes extranjeros, yihadistas criados en suelo comunitario y que, tras enrolarse en las filas del Daesh para luchar en Siria, vuelven a los países que les vieron crecer para cometer atentados. En el radar de Europol, la agencia policial europea, hay actualmente 7.884 personas que responden a este perfil.
Todavía es pronto para conocer el impacto real de esta medida. Dependerá del uso que hagan las autoridades nacionales del sistema de información de Schengen, que permite comprobar información sobre personas y objetos. En 2016, los Estados miembros hicieron 4.000 millones de consultas, un incremento del 40% respecto al año anterior. En una audiencia ante la Eurocámara el pasado mes de marzo, el comisario de Seguridad, Julian King, aseguró que el número de alertas de las agencias de seguridad nacionales en 2015 y 2016 ha aumentado un 800% y que los Estados europeos cada vez más confían en el papel de Europol para hacer frente a estas amenazas. Desde enero, la agencia cuenta con un centro antiterrorista dirigido por el coronel de la Guardia Civil Manuel Navarrete.
Huellas dactilares
A pesar de las recientes mejoras en el sistema de información de Schengen, aún quedan tareas pendientes. Una de las más importantes es poder detectar a aquellas personas que viajan con pasaportes falsos. Seis países europeos van a poner en marcha antes de finales de año un proyecto piloto para introducir un servicio de identificación automática de huellas dactilares.
Visado exprés
El pasado mes de noviembre, la Comisión Europea propuso una especie de visado exprés para los ciudadanos de terceros países con el objetivo de detectar a aquellos viajeros que puedan suponer una amenaza para las seguridad y que accedan al territorio comunitario desde los accesos aéreos, marítimos y terrestres. Es un documento similar al que exige EE UU para entrar en su territorio y quedarán exentos aquellos países a los que ya se exige un visado para entrar en la UE. Los viajeros deberán rellenar un formulario y los datos se cotejarán con todas las bases de datos disponibles. En caso de sospecha, se denegará la entrada. No entrará en vigor hasta 2020
Radicalización en internet
Las grandes empresas tecnológicas están dispuestas a luchar contra la apología del terrorismo, ya que cada vez más personas se radicalizan a través de internet. En el mes de diciembre pasado, la Comisión Europea reunión en Bruselas a representantes de Facebook, Twitter, Google, Microsoft y Ask.f que de manera voluntaria se comprometieron a retirar cualquier contenido dañino presente en la red. Uno de los grandes retos sigue siendo establecer una base común para que estos mensajes no se puedan trasladar de un soporte a otro y mecanismos automáticos de bloqueo que no requieran una denuncia previa. También se ha debatido la posibilidad de obligar a estas compañías a facilitar, bajo determinadas circunstancias, claves cifradas.
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