La UE acuerda negociar la reforma del Código Schengen “para proteger mejor las fronteras”

Los ministros de Interior de la Unión Europea, reunidos en Luxemburgo, consiguieron dar un impulso a la reforma del  sistema de asilo europeo. Uno de los temas más sensibles y espinosos de la agenda comunitaria desde la crisis de 2015 que puso contra las cuerdas al club comunitario tras las llegadas masivas de refugiados sirios.

Aunque aún queda flecos de tipo técnico, la comisaria de Interior Ylva Johansson, celebró tras la reunión que una “gran mayoría” de países europeos estén a favor de la puesta en marcha de un mecanismo de solidaridad a la carta que también venga acompañado de un mayor control de las llegadas.

En 2015, la antigua Comisión presidida por Jean Claude Juncker puso sobre la mesa un mecanismo de reparto de refugiados obligatorio según cuotas que fue contestado sin descanso por los países del Este, que se opusieron una y otra vez a esta medida.

Para conseguir superar esta situación, el nuevo acuerdo propone un mecanismo “voluntario y temporal” de acogida de las personas con derecho de asilo que pueda ponerse en marcha cuando un país europeo se encuentre bajo presión. En caso de que el resto de los Estados no quieren albergar a refugiados, pueden optar por otros mecanismos de ayuda como el auxilio económico para los países de acogida o colaborar en las repatriaciones a sus lugares de origen de los demandantes de asilo cuyas peticiones de estancia en los Veintisiete hayan sido rechazadas.

Según el ministro de interior francés, Gérald Darmanin, nos encontramos ante un “acuerdo histórico” que ofrece las suficientes dosis de flexibilidad. “Los Estados miembros creen que la recolocación no debería ser la principal fuente de solidaridad”, aseguró Darmanin, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE hasta finales de junio.

El ministro de Interior español,  Fernando Grande- Marlaska, aseguró mediante un comunicado tras asistir a la reunión que la declaración aprobada supone " un primer paso para consolidar el principio de que la inmigración marítima sea considerada una responsabilidad compartida de la Unión Europea” y alabó que esta propuesta coincida con los planteamientos de los países mediterráneos que son los que deben gestionar las llegadas de migrantes y se convierten en la puerta de entrada a la UE.

Además, el ministro español defendió que la agencia de gestión de fronteras Frontex firme acuerdos con los países de África Occidental para una mejor cooperación " no sólo en el ámbito de las fronteras sino también en el de las readmisiones”.