Huelga general
Un acorralado Hollande busca recuperar la iniciativa a un año de las presidenciales
El presidente francés considera "legítimas"las protestas de los estudiantes. Anunciará en diciembre si se presenta a la reelección
El presidente francés considera "legítimas"las protestas de los estudiantes. Anunciará en diciembre si se presenta a la reelección.
Cada vez son más los franceses decepcionados con la acción de François Hollande. Un 87%, según un sondeo de BFMTV, juzga el balance de su Presidencia de forma negativa. Y a poco más de un año de las próximas elecciones presidenciales, el actual jefe del Estado francés acudió anoche de nuevo a la televisión para intentar reconquistar el favor de los ciudadanos, a pesar de que son un 76% los que estiman que debería renunciar a presentarse para un segundo mandato y «permitir a la izquierda encontrar otro candidato mejor que él», según otro sondeo publicado de «Le Parisien».
La retirada de la reforma de la Constitución, después de cuatro meses de polémicas que han dividido profundamente a la izquierda en torno al debate de la privación de nacionalidad, y la reforma laboral, que el Gobierno ha ido aguando para contener las protestas de la calle, han terminado por enervar a una mayoría de su propio electorado. A pesar de ello, Hollande apareció ayer en la televisión dispuesto a plantear una nueva batalla por el Elíseo. Aunque se negó a precisar si será candidato, sí comentó que anunciará su decisión «a finales de año». La condición sine qua non, que él mismo se ha fijado, es «la inversión de la curva del paro» y, aunque admitió ayer que hoy sería difícil pronunciarse, aún confía en obtener resultados.
«Diálogo ciudadano» es el nombre de la emisión a la que acudió anoche Hollande para ser entrevistado por tres periodistas y cuatro ciudadanos: una empresaria, la madre de un yihadista que murió en Siria, un conductor de autocares y votante del Frente Nacional, y un estudiante de comercio que participa en el movimiento «Noche en pie» contra la reforma laboral. Frente a la «Ley El Khomri», reconoció que es «legítimo» que la juventud quiera expresarse. «La juventud nunca está satisfecha», añadió, pero la ley «no será retirada». Hollande justificó su anuncio de retirar la nacionalidad a los que fueran condenados por terrorismo declarando que sintió «la necesidad de una respuesta, de una medida simbólica» tras los atentados del 13 de noviembre. Pero lamentó que «los cálculos políticos» terminaran por enterrar la iniciativa.
También preguntaron a Hollande sobre las ambiciones de su ministro de Economía, Emmanuel Macron, que ha creado un movimiento, «En Marcha», ni de derechas ni de izquierdas, y que no oculta sus deseos de ir más allá. «No voy a impedirle que se dirija a los franceses, que busque ideas nuevas y que convenza», dijo Hollande, recordando que «debe estar en el equipo, bajo mi autoridad».
A pesar de las problemas individuales y colectivos que ayer le plantearon a Hollande, el presidente galo aseguró que Francia «va mejor»: «Más crecimiento, menos déficit, menos impuestos y más competitividad». Ahora le queda un año para intentar convencer a los franceses.
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