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Una Constitución para la guerra
El presidente de Francia, François Hollande, aseguró hoy en un discurso en el Palacio de Versalles ante diputados y senadores que Francia "está en guerra", pero que antes ya "ha triunfado ante adversarios mucho más temibles que estos cobardes asesinos". Asimismo, ha anunciado que intensificará los ataques contra el Estado Islámico en Siria y ha pedido a diputados y senadores prolongar el estado de emergencia tres meses.
La respuesta que dio François Hollande al Estado Islámico tras los atentados de enero en París fue una multitudinaria manifestación que contó con la presencia de numerosos jefes de Estado del mundo entero. En esta ocasión, las masacres perpetradas por la organización terrorista el viernes en la capital francesa le han llevado a convocar a las Asambleas en Congreso reunido en Versalles. Se trataba de galvanizar a los representantes de la nación para «marcar» la unidad nacional frente a los terroristas que han declarado «la guerra» a Francia. «Nuestro enemigo en Siria es el EI», dijo el presidente francés, «no se trata de frenar, sino de destruir esa organización» y anunció que había pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que se reúna «lo más rápidamente posible para adoptar una resolución que marque la voluntad común de luchar contra el terrorismo». En los próximos días mantendrá una reunión con los presidentes de EE UU y Rusia que intervienen en Siria con una campaña de bombardeos. Como Francia, que va a «intensificar sus bombardeos sobre el EI», y para ello el portaaviones Charles-de Gaulle se posicionará en el Mediterráneo oriental, «triplicando nuestra capacidad de acción». «Los terroristas querían acabar con la República, pero será la República la que acabe con ellos».
Además de estas medidas en el exterior, Hollande quiere, a nivel interno, modificar la Constitución. El presidente francés considera que el artículo 36 que permite la organización del estado de sitio y el 16 que permite al presidente de la República otorgarse poderes excepcionales cuando existe una amenaza grave e inmediata para la nación, no están adaptados «a la situación a la que nos enfrentamos», pero no precisó en qué manera quiere modificar este último.
Sin comprometer libertades
Para Hollande, Francia está «en guerra», lo que obliga a disponer de «un régimen constitucional que permita gestionar el estado de crisis». «Se trata de poder disponer de un utensilio apropiado en el que basar la toma de medidas excepcionales un cierto tiempo sin recurrir al estado de emergencia y sin comprometer las libertades públicas», dijo Hollande, que invitó a los diputados a votar la prolongación del estado de emergencia tres meses.
Entre las medidas que vienen proponiendo la derecha y la ultraderecha para hacer frente al terrorismo, Hollande asumió la privación de nacionalidad para los binacionales que representen un riesgo para la nación. Eso sí, precisó que la privación de la nacionalidad no debe tener como resultado el crear apátridas, pero para aquellos que tengan doble nacionalidad será «necesario» privarles de la nacionalidad francesa «aunque hayan nacido francés».
El presidente hizo una llamada a la movilización de toda Europa, que cada cual se enfrente a sus responsabilidades, y para ello pidió a su ministro de Defensa que «movilice a sus homólogos europeos, en virtud del tratado de la UE, que prevé que cuando un Estado es agredido, todos los Estados miembros deben aportar solidaridad contra esta agresión». Hollande también planteó el problema del control de fronteras y exigió «controles coordinados y sistemáticos». Ante una situación complicada como es la crisis actual de refugiados, muchos de ellos «víctimas de este mismo sistema terrorista», es «vital» que Europa acoja a los que reúnen las condiciones para solicitar una demanda de asilo, al mismo tiempo que protege sus fronteras exteriores. Francia quiere que se ayude a Turquía y Líbano, confrontados al flujo de inmigrantes, pero, «si Europa no controla sus fronteras exteriores», será la vuelta «a las fronteras nacionales, los muros y las alambradas».
Hollande anunció la creación de miles de puestos suplementarios para reforzar las Fuerzas de Seguridad –5.000 policías y gendarmes–, así como en el ámbito de la Justicia –con 2.500 puestos– y 1.000 en aduanas. Y asumió que esta medida se traducirá en un aumento de los gastos, «pero considero que en estas circunstancias el pacto de seguridad se impone al Pacto de Estabilidad».
El discurso fue seguido de un largo y unánime aplauso de diputados y senadores puestos en pie. Después, todos a una entonaron la Marsellesa. Para el portavoz de los Republicanos, Christian Jacob, el Gobierno «ha perdido demasiado tiempo» para presentar estas medidas que debían haberse tomado desde los atentados de enero, pero los anuncios de Hollande parecen ir en sentido de lo que ellos preconizan, por lo que «toman nota de que ha cambiado de opinión». Sin embargo, no creen que haya nada que a día de hoy justifique la revisión de la Constitución. El representante centrista, Phlippe Vigier, señaló que había que «reconocer» que todos habían «subestimado el peligro que representaba la bestia inmunda del terrorismo».
La líder del Frente Nacional no dispone de escaño parlamentario, pero tuvo ocasión de comentar sus primeras impresiones a «Le Figaro». Marine Le Pen se mostró satisfecha de que algunas medidas «vayan más bien en el buen sentido», y se «alegra» de la privación de la nacionalidad, pero echó en falta unas palabras sobre la lucha contra el fundamentalismo islamista «que pulula sobre nuestro territorio», y sobre la ideología de la UE, «que nos prohibe controlar definitivamente nuestras fronteras».
Además, Hollande se reunirá en los próximos días con los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin, para que unifiquen sus esfuerzos en una "única coalición internacional"en Siria e impulsará una resolución contra el EI en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Al tiempo, solicitará la cooperación de sus socios europeos y de la región bajo el principio de solidaridad a un país agredido.
La ofensiva militar irá acompañada de un blindaje interior, que comenzará con la petición de "controles sistemáticos y coordinados"de la entrada de inmigrantes a Europa y la creación de un fichero europeo de pasajeros aéreos (PNR) antes del final de año.
Tras haber lanzado en la madrugada centenares de registros y detenciones en medios con relaciones yihadistas en varias ciudades del país amparadas en el estado de emergencia decretado el pasado sábado, Hollande pedirá que se prolongue tres meses esta situación de excepción que, dijo "facilita"la lucha contra el terrorismo.
En paralelo, se incrementarán los efectivos de seguridad. Hollande, que tras su llegada al Elíseo anunció la creación de 5.000 puestos de gendarmes y policías, aseguró hoy que se crearán otros tantos en los dos próximos años, a los que añadirán 2.000 puestos en el ámbito de la justicia y 1.000 en las aduanas.
Luis Miguel Pascual/Efe
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