FMI
El Eurogrupo desconfía de Grecia y le pide con urgencia más reformas
Las instituciones europeas cifran en 74.000 millones las necesidades griegas hasta 2018. En la reunión, que acabó sin acuerdo, corrió el rumor de una salida del euro por cinco años.
La desconfianza en Grecia llevó de cabeza al Eurogrupo de ayer, que concluyó sin acuerdo y continuará las negociaciones esta mañana. La sintonía que podía haber durante la semana sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con Atenas se iba perdiendo según avanzaba la tarde. Los ministros iban rebajando las expectativas según llegaban a la cita en Bruselas. Ya no se trata de una cuestión meramente técnica, porque los ajustes a los que se ha comprometido Grecia son más exigentes ahora, sino de la falta de confianza en el primer ministro griego, Alexis Tsipras. Pero aún así, los socios pidieron a Grecia más medidas.
La negociación sigue hoy
«Hemos discutido sobre la credibilidad y la confianza, y también sobre temas financieros, pero no hemos concluido y continuaremos por la mañana», señalaba el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, a la salida de la reunión. Los socios quieren garantías. Buscan que Grecia cumpla condiciones, como la aprobación de la legislación necesaria para implementar de forma urgente las medidas que promete. No se fían. Antes de abrir la puerta a la liquidez, los socios quieren comprobar que Atenas aprueba las reformas en su Parlamento. El «inmediatamente» que señala la oferta de Grecia no parece suficiente. Finlandia, Eslovaquia, Holanda y Alemania siguieron mostrando sus reservas.
Finlandia concretamente quiso vetar un posible acuerdo, aunque apenas cuenta con un 1,7% de voto en el MEDE. Un acuerdo de tercer rescate para Grecia con el 85% de los votos, si se decide aprobar por vía de urgencia, lo que significa que los países pequeños no importan tanto. Sin embargo, Alemania sí que podría ejercer claramente un bloqueo, ya que su peso es del 26,9%.
El documento con más medidas se presenta hoy a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno para su análisis. Junto a la propuesta del Eurogrupo, los líderes verán el de las instituciones, que cifraron en 74.000 millones de euros las necesidades financieras de Grecia hasta 2018. Sumados a los 7.700 millones que ya existen derivados de los beneficios generados por el Banco Central Europeo (BCE), Grecia necesitaría un total de 81.700 millones de euros. Del total, 25.000 millones irían a parar a recapitalizar la banca.
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, daba la pista a su llegada. «He pedido al Gobierno de Alexis Tsipras que apruebe y aplique muy rápido las reformas» para que los socios puedan recuperar la confianza perdida en el país y se «puedan abrir las negociaciones para un tercer rescate». Algunos ministros ponían incluso fecha para la aprobación de las medidas: en dos semanas.
«Aprobar las reformas es la clave para poder desbloquear el programa y también es vital para que se pueda abordar la cuestión de la deuda. Por eso es tan importante que Grecia asuma compromisos muy sólidos, precisos y muy rápidos», explicaba el comisario. Ésa es la petición que muchos de los socios realizaron después de que para la troika, en términos generales, la propuesta de Atenas pueda considerarse una base para volver a las negociaciones.
Desde que Grecia abandonara la mesa de negociaciones de forma unilateral y convocara un referéndum para votar una propuesta europea antigua y ejerciera una dura campaña para que ganara el «no», la confianza se perdió. Y recuperarla le va a costar caro a Tsipras. La UE y Grecia se enfrentan a un problema en el que la cuestión técnica ya no es la clave, sino la política.
Todas las dificultades que encontraron los ministros de Economía de la eurozona llevaron a mantener la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno para hoy. Los líderes tendrán que decidir políticamente si están dispuestos a tomar una decisión conjunta y unánime que sirva para mantener a Grecia dentro de la UE. De lo contrario, la salida de Grecia de la eurozona empezaría a estar cada vez más cerca.
En este sentido, desde Alemania se sembraban toda clase de dudas. Según publicaba el diario alemán «Frankfurter Allgemeine Zeitung», el Gobierno de Angela Merkel podría plantearse un «Grexit» temporal, de cinco años, para que Grecia pueda superar su crisis económica con ayuda humanitaria de la Unión Europea. Sin embargo, en el marco del Eurogrupo, antes de la pausa para cenar de los ministros, esta posibilidad no se había planteado por parte del ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble. Pero desde Bruselas, una salida de la eurozona temporal no se consideraba ni tan siquiera legal.
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