Inquietud regional

–¿Qué supone para Irán el levantamiento de las sanciones económicas?

–En primer lugar habrá una auténtica carrera de las empresas occidentales para entrar en el mercado iraní. Esto implicará ciertos riesgos, ya que los Pasdaran, el cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní, tienen un gran peso en el sector de la energía y las infraestructuras, así como las exportaciones de su industria petroquímica y de minerales.

–¿Cómo afecta la nueva situación al resto de países de la región?

–Teniendo en cuenta la escalada de agresividad de Irán tras el acuerdo de julio, las cosas sólo podrán ir a peor en la región. Irán tiene claro que EEUU no se interpondrá en sus esfuerzos por apoyar a Asad en Siria y los saudíes, sintiéndose abandonado por Washington, no dudarán en escalar el conflicto.

–¿Cómo evolucionará a partir de ahora la relación entre Estados Unidos e Irán?

–Todo depende del resultado de las elecciones de noviembre en EE UU. Un nuevo presidente republicano podría reevaluar las relaciones con Irán. Uno demócrata continuará aplicando una política de distensión con Teherán.

–¿Cómo ha influido la liberación de presos iraníes y estadounidenses?

–Mire, los estadounidenses liberados por Irán eran rehenes. Los iraníes liberados por EEUU son todos criminales convictos. Esto responde a la estrategia de Washingon para acercarse a Teherán. Esa influencia se verá con más claridad en las elecciones parlamentarias de Irán el próximo mes.

*Investigador senior en la Fundación por la Defensa de las Democracias