Irak, elecciones entre bombas

Al menos siete personas han muerto en varios atentados este miércoles coincidiendo con las elecciones generales en el país, incluidos algunos ataques contra colegios electorales en los que los iraquíes deciden si Nuri al Maliki sigue como primer ministro.

Al menos cinco personas, entre ellas un policía, han muerto y otras tres más han resultado heridas en un atentado suicida en el distrito de Baiji, al norte de Tikrit, según una fuente de seguridad citada por la agencia iraquí NINA.

"Un suicida que vestía un cinturón con explosivos se ha inmolado en uno de los colegios electorales en el distrito de Baiji, matando a un policía y a cuatro civiles e hiriendo a otros tres", ha indicado. Por otra parte, dos mujeres han muerto por la explosión de una bomba de carretera al norte de Kirkuk cerca de un colegio electoral en el distrito de Debis, según fuentes policiales.

Entretanto, en Mosul, en el norte del país, las fuerzas de seguridad han abatido a tres terroristas suicidas que pretendían cometer atentados en colegios electorales en distintos puntos de la provincia de Nínive. En esta misma ciudad, dos soldados han resultado heridos por el estallido de una bomba de carretera en un puesto de control militar. Los dos soldados han sido llevados al hospital para recibir tratamiento, según una fuente policial.

Irak celebra hoy las primeras elecciones libres tras la retirada de las tropas de Estados Unidos a finales de 2011. Casi 20,5 millones de iraquíes están registrados como electores para elegir los 328 escaños del Parlamento. Lamentablemente, estos comicios legislativos se celebran en un ambiente de violencia sectaria, similar al de las pasadas elecciones parlamentarias de 2010. No obstante, hay diferencias notables entre la consulta popular de hoy y los anteriores comicios parlamentarios.

Esta diferencia radica en que en la política actual las cuestiones sectarias están menos pronunciadas. En el sufragio de 2010, casi todos los principales partidos chiíes se unieron a la Alianza Unida Iraquí, una agrupación paraguas. Por su parte, los partidos kurdos se habían unido bajo la Alianza del Kurdistán, y los suníes también tenían una coalición, pero mucho más débil. Las nuevas coaliciones políticas iraquíes apuestan ahora más por la secularidad que por el sectarismo y sobre todo buscan un electorado de clase media y ganarse el voto joven.

Algunos de los debates preelectorales se centraron en cuestiones básicas sobre la estructura ideal del Estado iraquí, más que en las virtudes de la pertenencia a una comunidad en particular. Por ejemplo, qué tipo de federalismo debería tener Irak, sobre todo en el contencioso del petróleo, donde los kurdos quieren tener un mayor control de la producción en el Kurdistán, incluyendo la posibilidad de exportar libremente a Turquía. Ésta fue una de las cuestiones más discutidas en los debates de la campaña, ya que el actual primer ministro, Nuri Al Maliki, quiere seguir imponiendo el control central sobre los volúmenes de exportación, la distribución de los ingresos y el pago a las compañías petroleras extranjeras que operan en las zonas kurdas. La región semiautonómica kurda celebró la jornada electoral el lunes, y como en el resto del país, estuvo marcada por la violencia. En un atentado suicida murieron 25 civiles y más de treinta resultaron heridos en la población de Hanekin.

La víspera de la jornada electoral fue también violenta. Al menos 15 personas murieron ayer y 30 resultaron heridas en un doble atentado perpetrado en un mercado de Al Saadia, en la provincia de Diyala, en el este de Irak. Las medidas de seguridad se han reforzado. Todos los aeropuertos civiles del país han sido cerrados hasta el fin de los comicios legislativos. También en el marco de las medidas adoptadas para proteger la votación, la jefatura de seguridad de Bagdad ha preparado un plan especial. Además, se prohibirá durante la votación la circulación de vehículos en la capital.