Irak lanza su segunda ofensiva contra Mosul

El Ejército sólo ha recuperado en dos meses una cuarta parte de la capital del Estado Islámico.

Con los primeros rayos de luz, el Ejército iraquí comenzó ayer la segunda fase de la operación para recuperar Mosul, la capital de facto del Estado Islámico. Cumpliendo su palabra, el general Najim al Jaburi dirigió sus tropas por diversos frentes de la ciudad. Al sur, fueron apoyados por los ataques aéreos de mano de la coalición internacional liderada por Estados Unidos; en el suroeste, la Policía federal avanzó hacia el interior de distritos como el de Intasar y Salam, así como en los barrios vecinos de Karama y Quads. En estos ataques, las fuerzas especiales también recibieron apoyo de helicópteros de combate.

En el norte de Mosul, el teniente general Abdul Amir Rasheed Jarallh confirmó que las Fuerzas de Seguridad iraquíes habían liberado los pueblos de Tawilah y al Sada. Adbul Amir añadió que en este frente se han desactivado ocho vehículos explosivos y que acabaron con 70 miembros del Estado Islámico, incluyendo dos francotiradores. Como parte de esta segunda fase el lunes había sido bombardeado el último puente sobre el río Tigris que unía el este y el oeste de Mosul, impidiendo el reabastecimiento de los yihadistas. Naciones Unidas advirtió de que la destrucción de este puente impediría también la evacuación de los civiles de la ciudad.

Dos meses después del inicio de la ofensiva del Ejército iraquí sobre Mosul, los resultados no han sido los esperados y el operativo podría alargarse más de lo previsto. Fuentes sobre el terreno atribuyen el escaso éxito a una cadena de errores por parte del Ejército. Al inicio de la ofensiva los mandos decidieron que atacarían y rodearía la ciudad por el este y sur, dejando un corredor a los miembros del Estado Islámico para que pudieran abandonar la ciudad y así obtener una liberación limpia sin bajas civiles. También se pretendía liberar la segunda ciudad más grande de Irak sin ser arrasada. En aquel momento, Abu Bakr al Baghdadi, el autoproclamado califa del Estado Islámico, llegó a declarar que Mosul no era un enclave primordial para la organización terrorista, pero cuando el Ejército modificó su estrategia y rodeó la ciudad eliminando cualquier posibilidad de que los terroristas abandonaran el sitio, Baghdadi cambió su discurso e incitó a sus hordas a luchar cuerpo a cuerpo hasta la muerte.

Desde entonces ha sido un verdadero suplicio para las Fuerzas de Seguridad iraquíes, que han perdido un gran número de efectivos en la conquista de sólo una cuarta parte de la ciudad. Los barrios del este, que prometían ser más sencillos de tomar que los del oeste, han sido una trampa mortal tanto para civiles como para los militares. El oeste es la zona antigua de la ciudad con callejones estrechos y de difícil tránsito para las tropas.

El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, no ha podido cumplir su promesa de poder rescatar la ciudad antes de fin de año y, además, se ha visto obligado a pedir ayuda a los pesmergas kurdos así como legalizar a varias milicias chiíes.

La ralentización y bloqueo de las fuerzas de seguridad iraquíes se ha puesto de manifiesto sobre todo en las últimas semanas. Su estrategia de rodear el enclave y empujar al EI al centro de la ciudad está resultando una campaña mortal. Además, la dificultad se prevé que aumente conforme se acerquen al corazón de Mosul, donde los yihadistas están más atrincherados que a las afueras. El EI cuenta con la ventaja de dos años de preparativos conociendo y fortificando la ciudad.

En esta guerra de desgaste, la División Dorada y las unidades del Servicio Contraterrorista (CTS) son la vanguardia de ataque. Bien entrenadas y equipadas, dejan las zonas liberadas en manos del Ejército iraquí, unas tropas peor formadas y con menos cohesión que permiten al Estado Islámico contraatacar y retomar zonas liberadas. El coronel estadounidense Stuart James, encargado de asistir a las tropas iraquíes sobre el terreno, ha anunciado que se desplegaran 5.000 soldados de Estados Unidos, y en esta segunda etapa de la ofensiva se infiltrarán entre los soldados de Batgdad en los ataques a la ciudad.