Irlanda
Irlanda hace historia
Es el primer país que vota sobre la legalización de las bodas gays
Irlanda podría convertirse hoy en el primer país del mundo en aprobar el matrimonio homosexual por voto popular. Más de 3,2 millones de irlandeses estaban llamados ayer a las urnas para participar en un histórico referéndum. Los resultados no se harán públicos hasta mediodía de hoy, pero las últimas encuestas cifraban en un 58% el respaldo a los enlaces de personas del mismo sexo, frente al 25% que se declaraba en contra y el 17% de indecisos.
Tradicionalmente, la sociedad irlandesa ha sido considerada una de las más conservadoras de Europa. La homosexualidad no fue despenalizada hasta 1993 y la ley del divorcio no llegó hasta 1995. Por lo tanto, el plebiscito representa todo un símbolo y rompe, de alguna manera, el fuerte vínculo que existía con la Iglesia católica cuya reputación se ha visto mermada en los últimos años por diferentes escándalos de abusos sexuales. La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo. Sin embargo, las organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales publicaron un informe detallando las 160 diferencias legales que existían con los enlaces heterosexuales.
De salir finalmente el «sí», Irlanda se sumará a la lista de los otros 16 países que ya han legalizado los enlaces de parejas del mismo sexo, entre ellos España. Sin duda, el veredicto de las urnas se seguirá con especial interés al otro lado del Atlántico, donde la Corte Suprema de EE UU estudia estos días los argumentos sobre si el matrimonio homosexual debe ser derecho constitucional para todos los estadounidenses, independientemente del Estado en el que vivan. Con todo, al norte de la frontera, a escasos kilómetros de Dublín, el matrimonio gay sigue siendo ilegal. La cuestión divide a las cuatro regiones que forman parte de Reino Unido. Los enlaces gays se aprobaron en 2013 en Inglaterra y en Gales y un año más tarde recibieron luz verde en Escocia. Sin embargo, Irlanda del Norte desestimó en abril, por cuarta vez, la propuesta para cambiar la normativa.
Tanto el jefe del Ejecutivo irlandés, Enda Kenny, como el resto de los dirigentes de los partidos políticos han pedido durante la campaña el voto por el «sí». Es más, el responsable de Sanidad, Leo Varadkar –entre los favoritos para suceder al «taoiseach»–, se ha convertido en el primer ministro de la historia de Irlanda en declarar abiertamente su homosexualidad. La mayor oposición viene por parte de diferentes grupos religiosos. Algunos afirman que el cambio robará a los niños «el derecho a tener una madre y un padre».
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