África

Nueva York

Jeremy Scahill: «EE UU crea más enemigos de los que está eliminando»

El periodista norteamericano publica el libro y el documental «Guerras sucias», una investigación del programa de asesinatos de EE UU en países como Pakistán, Yemen o Somalia

El reportero Jeremy Scahill durante su investigación en Afganistán
El reportero Jeremy Scahill durante su investigación en Afganistánlarazon

El reportero de guerra Jeremy Scahill (Chicago, 1974) ha dedicado varios años a investigar el programa de asesinatos selectivos del Gobierno norteamericano en el extranjero. El fruto de este trabajo es el libro «Dirty Wars», recién editado por Paidós en España. También se ha estrenado el pasado fin de semana un documental en el que da voz a las víctimas de las operaciones norteamericanas en Yemen, Pakistán o Afganistán. Scahill –periodista de «The Nation» y autor del polémico libro «Blackwater» (2008), sobre las empresas de seguridad contratadas por EE UU– desvela secretos del Gobierno de Obama y critica su estrategia para combatir el terrorismo.

–¿La Inteligencia de EE UU es más peligrosa que antes?

–Lo que me parece más peligroso del momento actual es que tenemos a un presidente que ganó un Premio Nobel de la Paz –y que además es un abogado constitucionalista–tratando de argumentar que su controvertida política antiterrorista no sólo es legítima sino legal. Norteamérica siempre ha hecho guerras sucias, lo que ha cambiado es la tecnología para llevarlas a cabo. La diferencia entre Bush y Obama es más cosmética que otra cosa. De hecho, Obama ha profundizado la lucha contra el terrorismo iniciada por su antecesor. Bush bombardeó Yemen una sola vez, en cambio, desde 2009 Obama ha bombardeado suelo yemení constantemente. Ha aumentado las operaciones encubiertas en África, ha intensificado el uso de drones en Pakistán y ha autorizado tanto a la CIA como a las unidades secretas de las Fuerzas Armadas a emprender acciones por todo el mundo. En algunas cosas, es más agresivo que Bush. Lo gracioso es que los republicanos dicen de Obama que es un socialista.

–¿Está fuera de control la política antiterrorista?

–Hemos alcanzado ese punto en el que estamos creando más enemigos que eliminando terroristas. El nivel de inestabilidad en muchas regiones en todo el mundo está aumentando. No digo que sea culpa de EE UU, pero mi país sí tiene un papel muy importante en la desestabilización de muchos países. El terrorismo es un crimen y deberíamos enfrentarlo como se juzga un crimen y no responder con una guerra.

–¿Considera que ciertas operaciones de Estados Unidos también son terrorismo?

–La palabra «terrorismo» es un término interesante. Tú y yo estaremos de acuerdo en que si estalla una bomba en un autobús en Madrid o en Nueva York estamos ante un acto terrorista. Y en que si vives en Yemen, Pakistán o Somalia y un avión no tripulado sobrevuela tu granja y mata a tu familia eso también es terrorismo. Lo que pasa es que las democracias occidentales suelen pensar que nunca cometen actos terroristas.

–¿Quién tiene más poder, la CIA o el Pentágono?

–El Pentágono es más poderoso porque tiene más recursos, pero la CIA es quien lleva la voz cantante y tiene una infraestructura permanente. Existe como una competición entre los dos.

–¿Hay otros países metidos en guerras sucias?

–Por supuesto, Rusia está metida en guerras sucias, igual que China, Pakistán, México o Colombia. Pero la mayoría de estos países hacen esas guerras dentro de sus fronteras. Estados Unidos, en cambio, las lleva por todo el mundo. El hecho de que Rusia, China o cualquier otra nación use drones para matar dentro de sus fronteras sienta un peligroso precedente.

–¿Han disminuido estas operaciones con drones por las críticas internacionales?

–Ha habido mucha presión para que cesen los bombardeos. Pero creo que es un error centrarse demasiado en los drones, que al fin y al cabo sólo son un arma. Para mí, tiene más peligro la mentalidad que lleva a EE UU a actuar de esta manera.

–¿EE UU sigue torturando a terroristas?

–Obama dijo que firmó una orden para acabar con las torturas. Lo que sucede es que ahora envían a los detenidos a otros países, donde son torturados por gente que no es norteamericana.