Estados Unidos
Joe Biden, fuera de juego en el segundo debate demócrata
Joe Biden, el gran favorito en las encuestas del partido demócrata, volvió a tropezar cuando más a favor parecía tenerlo
Joe Biden, el gran favorito en las encuestas del partido demócrata, volvió a tropezar cuando más a favor parecía tenerlo. Su enésima caída, demasiadas en los últimos días, llegó durante el debate de aspirantes, el segundo del curso, en televisión. Cuando Kamala Harris, la ex fiscal de California, afroamericana para más señas, lo interpeló por sus recientes declaraciones sobre la raza. "Yo no creo que usted sea racista...". arrancó Harris, al tiempo que Biden cabeceaba entre aturdido y perplejo. Nadie cree que lo sea, pero Biden ha puesto en bandeja los ataques. Entre otras cosas porque hace apenas una semana explicó cómo fue capaz de sellar compromisos circunstanciales, de sacar adelante varios proyectos, con dos senadores de fuertes convicciones xenófobas. Tipos enemistados por la lucha por los derechos civiles y, en buena medida, partidarios de la segregación. Vieja guardia sureña, tintada del racismo que enarbolaba aquel impresentable George Wallace en la Alabama de los sesenta, pero que Biden consideró apropiada para subrayar que incluso entonces, incluso con los más alejados ideológicamente, resultó posible alcanzar acuerdos sin por ello renunciar a los principios. Demasiado diplomático para algunos. Contemporizador o peor, insensible, según otros. Palabras de otro tiempo, de otro país y otro metal político, mientras los candidatos más jóvenes, empezando por Harris, destacan las contradicciones del que fuera vicepresidente con Barack Obama. Tampoco Bernie Sanders pareció disfrutar de su mejor noche. Si en 2016 su discurso olía a recién estrenado, si fue capaz de elevarse como el candidato de la heterodoxia frente la convencional Hillary, nada en sus palabras o su actuación suena ya refrescante. Algunas de sus ideas han sido aceptadas por buena parte del partido mientras que la forma de expresarlas languidece ante la pujanza de los nuevos candidatos. De qué calibre sería el resbalón de los favoritos, y hasta qué punto de ebullición llegó el combate que Joe Scarborough, uno de los presentadores estrella de la NBC, cadena que albergó el debate, y un hombre de convicciones cercanas al mainstream demócrata, comentó en antena, durante Morning Joe, que Biden "estaba fuera de juego. Fue una de las actuaciones en un debate más perturbadoras que he visto desde el primero de Ronald Reagan en 1984". La cosa no quedó ahí y Scarborough tachó de desastre el espectáculo, pidió disculpas a los espectadores que lo hubieran visto y consideró que los candidatos erraron su objetivo". En lugar de asistir a un programa en el que los aspirantes hicieran frente común contra Trump se habrían dedicado al combate fratricida. "Todos se gritan durante durante toda la noche", comentó, "todo lo que vimos son 12 personas que se gritan, tratan de interrumpirse mutuamente y se insultan entre sí". El periodista incluso los tildó de payasos. Pero no todos los comentaristas, ni mucho menos, consideran que estemos ante un desastre. Raul A. Reyes, abogado y colaborador del US Today, le explicaba a la CNN que los candidatos merecen ser alabados por discutir cuestiones tan sensibles como "la inmigración de una manera reflexiva, con ideas políticas en lugar de usar una retórica fea"y "demostraron que comprenden los matices y las realidades de este tema complejo mucho más que presidente actual presidente".
►Los aspirantes demócratas abren la batalla
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