Londres
La casa del horror en Lambeth
Las tres esclavas sufrieron abusos diarios. La más joven es fruto de una violación del secuestrador a la víctima irlandesa
Se trataba de un matrimonio normal, que vivía en una casa corriente, situada en un barrio al sur de la capital. Eran inmigrantes, ¿quién no lo es en Londres? Provenían de India y Tanzania, pero habían llegado en la década de los 60, así que pasando un examen –no demasiado complicado– y jurando fidelidad a la Union Jack en un despacho consistorial con la fotografía de la reina Isabel II, podían incluso hasta solicitar la nacionalidad británica. En definitiva, la suya era una historia más, casi idéntica a la de cualquier pareja que ronda los 70 años que vino buscando el sueño europeo y finalmente acabó echando raíces. El único secreto que les diferenciaba del resto es que en el interior de su vivienda tenían tres mujeres a las que trataban como esclavas. Las víctimas –una británica de 30 años, una irlandesa de 57 años y una malasia de 69 años– llevaban más de tres décadas sufriendo palizas diarias y maltrato psicológico. Dos de ellas habían conocido a su captor en una «agrupación» de ideologías políticas. Poco a poco, Scotland Yard va aportando detalles sobre «la casa de los horrores de Lambeth», el peor caso de esclavitud doméstica de la historia del país.
Las tres mujeres fueron rescatadas el mes pasado después de que la irlandesa llamara pidiendo auxilio a una pequeña ONG durante uno de los descuidos de sus captores. El comandante Steve Rodhouse, responsable de la investigación, explicó ayer que en el momento del rescate –el 25 de octubre– se acordó con ellas que «la Policía no tomaría cartas en el asunto en ningún momento». «Desde esa fecha hemos estado trabajando para ganar su confianza y obtener evidencias, lo cual dio resultados el 21 de noviembre cuando estuvimos en posición de llevar a cabo los arrestos», recalcó. Rodhouse, que apuntó que «entre el 25 de octubre y el 21 de noviembre ninguna de las tres víctimas fue reportada a la Policía como desaparecidas»-, dijo que las mujeres estaban «emocionalmente frágiles y sumamente vulnerables». La más joven, de treinta años, tiene un certificado oficial de nacimiento, pero los agentes no han encontrado ningún otro documento legal. El equipo de investigación, en el que trabajan 37 expertos, se encuentra realizando interrogatorios, casa por casa, en la zona donde estuvieron secuestradas. Rodhouse señaló que se está tratando de establecer por qué las mujeres continuaron viviendo en la vivienda por 30 años después de que la «asociación política» donde conocieron a sus captores se cerrara. «Creemos que el abuso emocional y físico ha sido una característica presente durante toda la vida de las víctimas», recalcó. Los sospechosos fueron arrestados el pasado jueves, imputados con delitos de inmigración. La pareja, que ya había sido detenida en los 70 por causas que no han salido a la luz, se encuentra en libertad bajo fianza hasta enero. Por su parte, Aneeta Prem, fundadora de la ONG Freedom que recibió la llamada de auxilio y ayudó a las víctimas a ser rescatadas, expresó que «estas mujeres han tenido experiencias traumáticas y perturbadoras, las cuales nos han revelado». «Están comenzando el largo proceso de recuperación por lo que ahora necesitan rehabilitación sin ser identificadas», matizó.
¿PODRÍA OCURRIR EN ESPAÑA?
La ONG Walk Free estima que hay 30 millones de personas en el mundo que viven como esclavos. La mayor parte se encontraría en la India (14 millones), aunque Mauritania tiene la cifra más alta: el 4% de su población . Aunque, según Save The Children no hay constancia en la actualidad de fenómenos de esclavitud doméstica infantil en España, «sí hay voces de alarma sobre el caso de ''criadas importadas''».
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